Hermano Perdido

II.- Encuentro

En Beacon Hills existe una de las manadas más poderosas de California. Los Hale han cuidado del territorio por generaciones. Ellos han estado acerca de caer pero son firmes, sobrevivieron al ataque de Kate Argent pero ella desapareció junto con su padre así que debían mantenerse siempre alertas.

Su manada especial porque no solo eran lobo además de que tenían a una familia de brujos bastante poderosos: Los Stilinski.

Noah Stilinski, el brujo más poderoso de su generación junto con sus dos hijos Stuart y Thomas además del mayor de ellos Jordan, quien no heredo la magia de su padre y hermano sino que es un sabueso del infierno. Ellos eran una familia unida pero tenían un gran dolor. Claudia Stilinski murió cuando los niños tenían diez años, justo cuatro años después de que el menor de los trillizos desapareciera.

Ellos eran manada de los Hale desde generaciones atrás y a pesar de que Claudia fuera tan solo una humana se adapto bastante bien.

La manada Hale tenía tres herederos a alfa: Laura, pareja de Jordan; Derek, compañero del tercer mellizo Stilinski; y Cora, pareja de Allyson Argent.

A pesar de la locura de los Argent, Chris y Allyson demostraron no ser enemigos así que terminaron entrando a la manada siendo de gran ayuda además de que el hombre Argent terminó casándose con Melissa, madre de uno de los betas de Thalia.

Durante estos doce años los Stilinski y Hale no dejaron de buscar al menor de los Stilinski, su desaparición había sido tan repentina que les dolía el corazón al no encontrar ni un rastro. Era como si el viento se lo hubiera llevado.

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Mieczyslaw no tardó en encontrar información acerca de lo que eran su familia. Aún no se atrevía a acercarse así que se la pasaba escondido viéndolos desde lejos esperando que notaran su presencia.

El castaño se encontraba arriba de un techo viendo como Noah, Jordan y Victor Hale salían de la comisaría.

- ¿Lo viste? – le preguntó Victor de manera disimulada a Noah, quien asintió – Laura está arriba junto con Jackson y Peter

- Bien, comenzaba a molestarme su acoso – dijo Noah antes de que Mieczyslaw cayera justo frente a ellos - ¿Qué carajos?

El menos asintió antes de girarse y bloquear un ataque de Jackson sin ningún problema.

- ¿Quién eres? – le preguntó Jordan con el arma fuera, los lobos habían dejado de atacar pero se mantenían alrededor del chico alertas a cualquier movimiento.

Mieczyslaw solo alzó una ceja mientras los veía fijamente, su rostro era cubierto por aquella máscara que usaba cuando era un viuda negra.

- Eres más fuerte que nosotros. Debes de saber que somos. ¿Qué quieres en Beacon Hills? – el silenció reino en el lugar – De acuerdo. No quieres hablar no lo hagas – le dijo Victor antes de lanzarse sobre el castaño que solo saltó para hacerle una lleva y tirarlo de inmediato aunque no esperó que el lobo sacara sus garras y lo lastimara en la cara moviendo su máscara.

- ¡Espera! – gritó Noah acercándose a los dos

Victor se levantó al igual que Mieczyslaw que tocó su rostro y frunció el ceño al ver la sangre en sus dedos.

- ¿Qué sucede Noah? – le preguntó Victor molesto

- Jordan, ven. – el mencionado se acercó a su padre que estaba a unos centímetros del chico - ¿No se parece a tu madre y los chicos?

- ¿Crees que podría ser papá? Han pasado doce años, no sabemos que fue de él – comentó Jordan tratando de retener las lágrimas

Noah levantó la mano, Mieczyslaw quiso retroceder pero se mantuvo en su lugar con un rostro serio. El mayor removió por completo la máscara dejando ver el rostro del menor causando exclamaciones de los demás.

- ¿Mieczyslaw? – preguntó Noah con voz temblorosa mientras estiraba su mano a la herida en su rostro, al parecer no era tan profunda como se veía pero tenían que atenderla para que no quedara cicatriz.

- Eres Noah Stilinski y él es Jordan Stilinski. Son mi familia, ¿no es así? – preguntó Mieczyslaw con un rostro serio y cero emociones en su voz

- Mi pequeño

Noah abrazó a Mieczyslaw al igual que Jordan mientras que el menor se quedaba quieto e incluso se tensó ligeramente. Nunca había recibido ese trato y era extraño.

- Es increíble – dijo Jordan en cuanto se separaron viendo a su hermanito de pies a cabeza, el chico estaba utilizando su traje de viuda negra así que se podía ver lo bien que su cuerpo estaba trabajado.

- ¿Qué te sucedió? ¿Dónde estuviste todo este tiempo? – le preguntó Noah viendo si tenía alguna otra herida

- No puedo creer que este sea el pequeño Stiles que corría detrás de Derek y no dejaba de hablar. – comentó Victor más tranquilo – Lamento lo de las garras chico, me sorprendiste, eres muy fuerte

- ¿Stiles? – preguntó Mieczyslaw alzando una ceja

Ahí es donde todos se dieron cuanta de que algo muy malo pasaba con el castaño. Entendían que habían pasado doce años desde que estuvo ahí pero parecía no recordarlos, hablaba con ellos de manera tan precavida y los analizaba. Ese no era el mismo Mieczyslaw que desapareció tiempo atrás.

- Es tu apodo. ¿Tu no recuerdas? – le preguntó Jordan con temor mientras presionaba el hombro de su padre.

- No tengo recuerdos de antes de mis seis años de edad. Sé que son mi familia porque eso decían los expedientes que encontré pero no sé más. Ahora soy libre así que pensé que volver con ustedes era lo correcto aunque eso fue lo que dijo la señorita Romanoff. – comentó Mieczyslaw inclinando levemente su cabeza, había bajado su guardia recordando que ya no era un viuda negra y no tenía que estar al pendiente de todo además de que algo dentro de él le decía que podía confiar en esas personas.

Noah se sostuvo de Peter, quien había llegado a su lado. Jordan se acercó al menor y tomó su mano con cariño.

- Iremos a la mansión, ahí puedes contarnos todo lo que sucedió. Puedes confiar en nosotros. – le dijo Jordan con una gran sonrisa adornando su rostro

Mieczyslaw asintió mientras se dejaba arrastrar por el mayor. La calidez de la mano de Jordan lo tenía demasiado impactado para pensar en otra cosa, lo único que había sentir así de caliente era la sangre pero al mismo tiempo la sensación de eso a la mano del mayor era completamente diferente y lo hacía sentir tranquilo.