Hermano Perdido

VII.- Pequeños Fragmentos

Stiles se encontraba sentado sobre un tronco mientras bebía agua de una botella y una pequeña toalla descansaba en sus hombros. Derek sonrió al verlo y se acercó, habían terminado el entrenamiento del día y como siempre el castaño demostró estar arriba de todos ellos pero también los ayudaba a mejorar y era algo que su madre agradecía profundamente.

- Sti. – le llamó el lobo.

- ¿Qué sucede?

- Ven, quiero enseñarte un lugar. – le dijo mientras extendía su mano para que el otro la tomara.

En esas semanas los Stilinski y Deaton habían estado buscando formas para romper el sello dentro de Stiles, era importante que usara su magia de nuevo ya que para los brujos eso llega a dañar su cuerpo de manera lenta así que necesitaban que ese sello fuera destruido.

Había estado en eso sin descansar además de los entrenamientos, aunque el castaño no se mostrara cansado, Derek quería ayudarlo y llevarlo a un lugar donde podría tener un poco de calma.

Stiles tomó la mano del lobo mientras una pequeña sonrisa casi imperceptible aparecía en su rostro.

Estuvieron caminando por el bosque unos minutos hasta que llegaron a un claro donde había un pequeño estanque, su agua era tan cristalina que parecía brillar con el sol. Las plantas que rodeaban todo el lugar eran hermosas y brillaban.

- Veníamos aquí cuando éramos niños. De hecho tú encontraste este lugar, para tener seis años eras demasiado inquieto y siempre andabas en el bosque. – rio levemente – Noah siempre estaba preocupado mientras que Claudia solo podía suspirar pero sabía que estarías a salvo. – su mirada se oscureció por un momento – Aunque todo eso cambio después de que te llevaron pero fueron buenos momentos, me divertía mucho. – miró al castaño – Ahora solo quiero conocerte mejor porque sigues siendo el chico que es mi compañero que amo con todo mi corazón solo que tengo que conocer tu nuevo tú. – le dijo Derek con cariño.

Stiles solo podía mirar el claro, en su pecho sentía nostalgia y su corazón no paraba de latir con rapidez ante las palabras de Derek.

- Ha sido difícil volver. Puede ver en los ojos de mi padre y hermanos que quieren que ese Stiles vuelva pero no sé como ser ese niño del que tanto me hablan. Para mi todo esta en blanco, solo soy una máquina de lucha y asesinato pero ahora llegué aquí y me dicen lo contrario. – suspiró mientras apretaba su puños – Ese lugar podría acabar con la estabilidad de cualquier persona, todo lo que mis ojos han visto es sangre y destrucción. No merezco estar en un lugar tan cálido con personas tan amables y buenas, yo soy como una mancha negra. – miró al cielo con ojos cargados de tristeza – No quería venir aquí cuando nos sacaron de ese lugar porque no sabía como actuar, aún estoy luchando con todas las emociones dentro de mi y a pesar de que ya puedo identificarlas mejor y estar mejor no sé si de verdad puedo estar aquí. – dijo Stiles mientras todo su cuerpo se tensaba.

Era extraño para él ya que no había podido hablar de esa manera con ninguno de sus hermanos o su padre pero con Derek todo parecía diferente. Puede que fuera porque eran compañeros pero le gustaba poder ser simplemente él a su lado, no tratar de fingir para que no se preocuparan o decepcionarlos.

- No eres una mancha. Aquí todos nos hemos manchado las manos de sangre además por más que recuerdes todo y sigas teniéndolo en tu mente. – sonrió mientras tomaba la mano del castaño – Mereces estar aquí porque es tu hogar y solo tienes que ser tú, el de ahora y no pensar en quien eras. Nadie espera que seas la persona que eras antes además solo eras un niño, todos queremos aprender a conocerte ahora así que no dejes que esos pensamientos se apoderen de ti.

Stiles lo miró y sonrió como nunca lo había hecho. Era una sonrisa sincera y maravillosa. Derek solo pudo soltar lágrimas al ver toda esa felicidad y verdadera sonrisa.

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Stiles de cinco años corría de la mana de un siete años, ambos reían divertidos. Llegaron al claro donde el pequeño castaño se arrojó en el pequeño estanque.

- ¡Ven Der! ¡El agua esta muy rica!

- Vas a enfermarte Sti. – le dijo Derek mientras se metía al estanque y reía al ver al pequeño jugar con el agua.

- Este será nuestro lugar secreto.

- Así será.

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El castaño sacudió su cabeza, había recordado un poco de su tiempo ahí antes de la Habitación Roja, no podía creerlo. Era buenos recuerdos a pesar de todo sus recuerdos solo le demostraban que Derek siempre ha sido la persona que más ha estado a su lado. Y no es que estuviera haciendo menos a sus hermanos y padre solo que la relación con el lobo parecía ser muy diferente desde que eran niños.

- Gracias por traerme aquí Derek, de verdad ayudo. – le dijo el castaño con una ligera sonrisa en su rostro.

El lobo asintió con una sonrisa mientras acariciaba el dorso de la mano del castaño.