Camilo era mi mejor amigo, era una persona a la que le podía tener el 100% de mi confianza. El me protegía de cualquier persona que me quisiera hacer daño, me subía el ánimo cuando estaba triste y me cantaba canciones de cuna cuando no podía dormir; contaba los mejores chistes y me relataba grandes historias de fuertes guerreros y hermosas princesas que esperaban pacientemente el regreso de su amor. El me hablaba, me consentía, bromeabamos juntos y me hacía muy feliz.
Pero había un problema. Yo estaba enamorada de él, y él, todas las semanas, más específico el día sábado, llegaba a la casita con una persona diferente, convertido en una persona diferente, y tras las paredes podías oír los gemidos y gritos de lujuria de aquellos hombres y mujeres disfrutando del don de aquel chico, ansiosos por más, deseando más, queriendo obtener más de lo físicamente posible.
Mentiría si dijera que no quería ser parte de aquella guerra de placer del cual solo eran presentes sus paredes y almohadas, sin contar que el no tenía idea que tras las paredes podías oír todo lo que pasaba dentro de aquel cuarto.
Mentiría si dijera que no moría de celos cada vez que llegaba la noche del viernes y Camilo desaparecía al día siguiente, llegando únicamente en la noche con una persona que jamás en mi vida había conocido o siquiera visto de lejos, y él siendo alguien irreconocible.
Yo lo amaba, quería ser suya y que el fuera solo mío, pero había otro problema, Camilo era mi primo.
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𝓣𝓻𝓪𝓼 𝓵𝓪𝓼 𝓹𝓪𝓻𝓮𝓭𝓮𝓼. ᴄᴀᴍɪʟᴏ ᴍᴀᴅʀɪɢᴀʟ. +18.
Fanfiction-Las paredes de la casita son más finas de lo que crees. Camilo cada sábado se consigue una nueva persona con la que mantener relaciones toda la noche. -¿Qué? Ella muere de amor por él, deseando todos los días ser alguna de esas personas que disfru...
