Capítulo 5. Empezar de cero

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El sonido del reloj inundaba aquella sala

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El sonido del reloj inundaba aquella sala. No vino ningún cliente a lo largo del día y ___ se estaba aburriendo. Tío Timothy no le hizo ninguna pregunta a su sobrina porque no quería incomodarla. No era su estilo, pero sí que estaba preocupado por la chica. Deseaba con todas sus fuerzas ver a esa niña sonriente y que disfrutaba del baile como nunca antes. Esa sonrisa que brillaba cual ángel abría sus alas para extender el vuelo.

Él la veía sentada en el mostrador con una mirada triste y sin ganas de vivir. Se preguntaba por qué estaba así. Llevaba un par de días que no decía "hola". O un "gracias" por cada plato de comida que le daba. El dolor en su alma era tan inminente que no era capaz de curarse con unas simples tiritas. Su jefe le recomendó que la dejase tranquila. El tiempo dirá. Su hermana difunta no estaría de acuerdo, pero debía respetar las distancias.

Por su parte, ___ mantenía los ojos fijos en el reloj de cuco esperando a que los segundos se volvieran en minutos y luego en horas. No pasó ningún cliente. Todos no tenían interés en comprar una guitarra o el conjunto de una batería. Aún no podía quitarse de la cabeza ese suceso en la discoteca. Rompió su promesa. Falló.

Sin embargo, no podía pensar en los nuevos amigos. No dijo nada. Ni siquiera respondió a los mensajes de Frisk preguntando si se encontraba bien. Que, si necesitaba ayuda, ella podía ayudarla. La peli-(c/c) necesitaba desaparecer del mundo. Que nadie supiera donde estaba. Morir era su única esperanza. Morir para estar con su familia. Pedirles perdón por ser egoísta.

Y el sonido de la campanilla la alertó. Una alarma diciendo que entró una persona. Cuando alzó la cabeza no se esperó encontrarse a ese esqueleto vago con un cigarro apagado. Carrot echó una ojeada primero para luego centrarse en ella. La chica directamente desvió la mirada por vergüenza. ¿Qué hacía aquí? Ni siquiera recibió un mensaje por su parte. O tal vez fue enviado por Frisk. Era lo más probable.

El monstruo se aproximó con lentitud hacia el mostrados con las manos en los bolsillos de su sudadera y sin apartar la mirada en la figura joven de la chica. En realidad, estuvo muy preocupado por ella, pero no se atrevió a escribirle un mensaje. Esos ojos (c/c) y tristones le dieron la sensación de que lo estaba pasando mal. Y en lo más profundo de su ser estaba seguro que ___ se estaba protegiendo ante un duro caparazón casi irrompible.

Solo había una solución.

Toc toc.

Pronunció con suavidad no queriendo asustarla. ___ seguía con la mirada apartada no queriendo seguir con el juego.

Toc toc —repitió, pero dando pequeños golpes en la mesa asimilando a una puerta.

Ahora sus ojos (c/c) se centraron en el sujeto que estaba dispuesto a realizar un chiste de ese tipo. Solo se le notaba en esa pequeña sonrisa que daba confianza absoluta.

Toc toc.

—¿Quién es?

—Tomás.

Dos Papyrus diferentes (UF!Papyrus x Reader x US!Papyrus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora