Las cosas cambian con el paso del tiempo, aquello que uno creía eterno... como la amistad ahora no es más que unos cuantos recuerdos.
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Esta historia es basada en la serie: Sen Çal Kapımi pero el desarrollo de los personajes prin...
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Otro dia empezaba con la excusa perfecta para una castaña que quería evitar a cierto compañero de trabajo.
Eda se había despertado y decidido dejar su mañana libre para ir a ver a Melo y sus hijos, y en aquel plan había incluido a Kiraz quien con gusto acepto ir a ver a sus pequeños primos.
Ambas castañas se despidieron de los chicos Bolat tomando su rumbo hacia la casa de una de las mejores amigas de Eda. La tia Melo para Kiraz, ella había cambiado su vida, seguía siendo la mas alegre en cualquier habitación y su optimismo y dulzura seguían caracterizándola aunque ahora también era una madre y esposa.
Todo aquello que alguna vez soño la joven Melek, todo aquello que incluso creyo en algún momento que seria imposible conseguir, todo eso ahora era su realidad. Se había conocido con cierto medico que la atendio el mismo dia que nacio su pequeño sobrino Alp. Baris Demir, un guapo medico que cayo rendido ante su dulzura, ninguno de los dos pudo separarse después de aquel primer encuentro, y poco tiempo después de un hermoso noviazgo llego la boda, y meses después el primer hijo, Berat al cual le siguieron, Cihan y Mavi.
Los hijos de Melo adoraban a Kiraz, asi que en cuanto la vieron bajar del auto corrieron a ella para envolverla en un enorme abrazo que hizo a la castaña reir.
—¡Dada, Kiraz!— saludo Melo desde la entrada de la casa.
Eda fue la primera en acercarse a ella para dejarle un abrazo y un beso en la mejilla. Kiraz la siguió dejando que su tía la abrazara y la llenará de besos mientras ella aún tenía a Mavi en brazos.
—Pero mírate, estas hecha una hermosura— alago Melo haciendo a la castaña menor reir. —Me imagino la cantidad de italianos que dejaste enamorados por ahi— comento después sacandole una carcajada a Eda.
—Aprovecha y di todo eso ahora que Serkan no está cerca— le dijo entonces mientras Melo soltaba a reir.
—Mi cuñado tendrá que acostumbrarse, más ahora que mi Kiraz volvió para quedarse.
Melek las recibió con café y todo tipo de cosas para comer, mientras Kiraz le contaba como había estado su regreso.
—Oh, esperenme unos minutos— pidió Eda poniéndose de pie. —Es tu abuela— le avisó a Kiraz antes de caminar hacia el jardín.
—Y dime cariño. ¿Has dejado algún novio por ahí?— pregunto Melo en cuanto su amiga salió.
—Claro que no tía, al menos no alguno reciente— respondió Kiraz guiñandole un ojo y haciéndola reír.
—¡Esa es mi chica!— felicito la tía sacandole una sonrisa. —Aprovecha ahora, antes de que llegue tu propio robot y te enamores perdidamente— aconsejo Melo haciendo a su sobrina reir ante el viejo apodo de su padre.
—¿Melo, estas libre esta noche?— entro preguntando Eda.
—Claro, ya sabes que si. ¿Por qué?
—Aydan acaba de avisarme que quiere hacer una cena en su casa, todos estamos invitados. También iba a llamar a Piril— comento la castaña mientras su amiga aplaudía emocionada.
