QUINCE [1|4]

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—Pasa— pidió Kiraz en cuanto escucho los golpes en la puerta

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—Pasa— pidió Kiraz en cuanto escucho los golpes en la puerta.

Su corazón dio un salto en cuanto vio a Can asomarse con una sonrisa y dos cafes en la mano.

—Buenos dias— saludo él.

—Buenos dias— le contesto Kiraz viendo como él dejaba los cafes en el escritorio solo para acercarse a ella.

—Hola— saludo otra vez haciéndola reír mientras la tomaba de la cintura y tomaba sus labios en un suave beso.

—Pensé que tenias que pasar por el banco hoy— dijo Kiraz en cuanto se separaron unos centimentros.

—Puedo hacerlo esta tarde, además prefiero estar aquí contigo— confeso sacandole una sonrisa a la castaña que dejo un beso en su mentón.

—Si... yo también te prefiero aqui— contesto para después soltarlo. —Ademas... cambie un par de cosas en mi diseño y quería que las vieras— dijo despues sacandole una carcajada al castaño.

—No puede ser. Me prefieres aquí porque quieres trabajar. Dios mio.

—Soy responsable y disciplinada. Y me gusta trabajar. Sabes eso desde hace mucho así que no te puedes quejar. Ya no hay devoluciones— le respondió Kiraz fruciendo su entrecejo y sacandole una sonrisa a Can.

—Cierto. Así... me encantas.

Kiraz lo observo con una sonrisa plantada en la cara. Can no la provocó más pero si que no la perdía de vista, la escucho atentamente cuando le conto sobre sus modificaciones. Pero no ocurrió lo mismo cuando él intento darle sus opiniones ya que la castaña no perdió oportunidad de interrumpirlo con un beso cada vez que podía.

—Si sigues así dejaremos de trabajar— advirtió Can haciendola reir.

—No me importaría— tentó ella.

—¿Segura?— pregunto Can acercandose su silla para tenerla más cerca pero enseguida noto que ella cambió su gesto.

—No. Ya recordé que tus padres y los míos están aqui— negó ella haciéndolo reír.

—Si... hablando de eso. Tal vez podríamos decirles que estamos juntos— sugirió él.

—¿Tu crees? ¿No es muy pronto?— le pregunto nerviosa.

—Bueno, solo si piensas que nos separaremos. Y créeme, ahora que te tengo no te dejaré ir tan facil— le advirtió Can sacandole una sonrisa.

—No pienso separarme de ti. Solo que... nuestros padres son mejores amigos, será nuestra relación pero no podemos ser tan ingenuos de creer que ellos no se inmiscuiran de vez en cuando, onde que nos les afectará— reflexiono la castaña viendolo asentir levemente.

—Si... supongo que tienes razon en eso. De un lado va a estar mi papá dándome consejos todo el día para no echar a perder lo nuestro y por el otro estará el tuyo haciendome amenazas. Suena trabajo para mi— concluyó Can haciendola soltar una corta risa.

TOCARAS A MI PUERTA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora