Una historia con la maravillosa actriz Lia Mchugh en la q _____ se encuentra por casualidad a la actriz en un café y empieza su historia de amor, con sus altos y bajos.
Me he mantenido tensa todo el viaje, esperando impacientemente a que el avión aterrizara, a tocar tierra firme. Tierra americana. Que bien suena. Ha sido un largo vuelo desde (tu país), y en lo único en lo que puedo pensar es en meterme en la cama. Pero todos esos pensamientos cambian en cuanto mis pies tocan tierra.
- ¡¡ESTAMOS EN ESTADOS UNIDOS!! - chillo al oído de mi hermana. - OCHO HORAS DE VUELO HAN MERECIDO LA PENA, SI SEÑOR.
- Baja la voz, por el amor de Dios, ____, que se va a enterar todo el aeropuerto - me pide mamá, desaprobado con la mirada mi actitud infantil. - Ya tienes 15 años, no te puedes comportar como una niña.
Pongo los ojos en blanco.
- Que más da, mamá, si no vamos a volver a ver a esta gente en nuestra vida. No es como si se fueran a acordar de nosotros. - digo.
- Sabías palabras - dice papá, acariciándome el pelo mientras le pasa una de las maletas a mi hermano pequeño. - Ahora, es importante que cada uno coja su maleta y que alguien llame al tío Peter, o no saldremos de aquí en la vida.
Obedeciendo a papá, cada uno agarra su maleta y todos no dirigimos hacia las escaleras mecánicas, para llegar a donde mi tío Peter nos espera.
- ¿Como están mis sobrinos favoritos? - nos pregunta mientras nos abrazamos.
-Pero tío, - dice mi hermano tímidamente - somos tus únicos sobrinos.
- Por eso somos los favoritos, cabeza hueca - le responde mi hermana.
- María, no seas maleducada, que estamos de vacaciones - le regaña mamá.
Mi tío suelta una carcajada, y coje la maleta de mi hermano, mientras sube a este último a sus hombros. Nos montamos en el coche del tío Peter, que por suerte es lo suficientemente grande como para que quepamos los seis, y nos dirigimos a la casa del tío. Mientras nos paseamos por las calles de Los Ángeles, no puedo evitar quedarme embobada mirando las calles, y a las personas paseando por ellas.
- Cierra la boca, que te entran moscas - se burla de mi asombro mi hermana.
La miro mal, y sigo a lo mío hasta que llegamos a la casa del tío Peter, donde nos quedaremos el próximo mes y medio. El reparto de las habitaciones lo hacemos rápidamente, mis padres en la habitación de invitados que hay con la cama de matrimonio, mi hermano en el cuarto de mi primo James, que por suerte o desgracia tiene que pasar las vacaciones con su madre y su padrastro, y mi hermana y yo en la buhardilla, donde pondremos dos colchones para que hagan de camas. Mi tío Peter dormirá en su cuarto.
Subo mi maleta por las escaleras con dificultad, debido a la inclinación de estas, y la dejo en el suelo.
- ¡María, pásame tu maleta y ve cogiendo un colchón! - grito a mí hermana por las escaleras. Esta me pasa su maleta y vuelve a bajar para subir un colchón.
Cuando hemos acabado de colocar los colchones y de ordenar la habitación, me giro hacia mi hermana.
- Me voy a buscar un Starbucks, ¿quieres que te traiga algo?
- Un frappuchino de caramelo sin nata, y le pones polvitos de canela por encima - responde. Me la quedo mirando.
- Ya sabes, el dinero primero. - ella suspira y saca cinco euros de su monedero.
-¡Sin nata!- me recuerda mientras bajo las escaleras.
Camino hasta la cocina, donde mis padres están tomando un café con el tío Peter.
- Me voy a dar una vuelta, en un rato vuelvo. - les comunico. Mi padre solo asiente con la cabeza, y mi madre me recuerda que le ponga el sonido al móvil.
Salgo a la calle, y pongo el Google Maps. No he estado nunca aquí, ¿que esperabais? En cuanto llegó al Starbucks, apagó el móvil y entro, sorprendiéndome de lo vacío que está.
- Un frappuchino mediano de caramelo sin nata a nombre de María y un frappuchino de chocolate grande con virutas a nombre de ____ - le digo a la camarera en inglés.
En cuanto los cojo, me giro para dirigirme a la mesa donde tengo que poner la canela, pero cuando estoy girando, me choco contra alguien que venía. Y le echo DOS frappuchinos encima.
- ¡Oh Dios mío, lo siento muchísimo! - empiezo a disculparme en inglés - Ha sido mi culpa, no he mirado antes de girar, y...
- Tranquila, no pasa nada - dice la chica contra la que me he chocado. - Odio este jersey, así que no te preocupes. - comenta riéndose.
Me incorporo y la miro. Es una chica de 1,58 metros aprox, ojos azul grisáceo y pelo castaño y corto. Tiene todo el jersey lleno se chocolate y caramelo, pero aún así me parece preciosa.
- ¿Tengo chocolate en la cara? - me pregunta sonriendo. Mierda. Debo de haberme quedado mirandola demasiado tiempo. Enrojezco y niego rápidamente.
- ¿Te puedo invitar a un café para compensarte lo del jersey? - la pregunto tímidamente. No se de donde he sacado la fuerza de voluntad, pero no voy a echarme atrás ahora.
Ella me sonríe y asiente, y nos sentamos en una de las mesas vacías.
