Un nuevo comienzo /// Volkabo | Intenabo

🥀 Un día difícil 🥀

Es dificil encontrar en una persona todo lo que buscas
yo, por ejemplo, sin buscar nada de ti terminé encontrando todas esas cosas que ni siquiera sabía que me hacían falta

- Ikeli O'farrell

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Al llegar el amanecer, Gustabo fue el primero en levantarse, la luz del sol entrando por la ventana le hizo despertarse, aún desorientado se dio la vuelta viendo ahí al alfa aún dormido.

Cierto... aún estaba en casa de Volkov.

Observó todas las facciones del mayor, se veía muy guapo, es decir, siempre supo que lo era, sin embargo, tampoco le prestaba tanta atención.
Su piel era sumamente blanca, él también la tenía así pero el ruso aún más, parecía una muñeca de cerámica, su nariz respingada y bonita; su mandíbula bien definida, su cabello gris, cejas poco pobladas pero muy notorias, sus pestañas claras y largas... y muy buen cuerpo, se notaba que el ejercicio era parte de su rutina día a día.

¿Por qué le estaba ayudando? ¿Le daba lástima? Era lo más probable, aunque tampoco le iba a reclamar por ello ya que se estaba comportando bien con él... no tenía ningún derecho a decirle algo, aunque deseaba que el ruso le estuviera ayudando por buena fé en lugar de lástima

Se acercó más al otro buscando calor y se acurrucó a su lado cerrando los ojos para quedarse dormido nuevamente

VOLKOV

Le sentí despertarse y moverse sobre la cama, estuvo un rato viéndome concentrado en quien sabe qué que ni cuenta se dio cuando abrí los ojos y los volví a cerrar... a los pocos segundos sentí su calidéz acurrucase en mi, no me quise mover para no incomodarlo hasta que noté su cuerpo relajarse quedándose completamente dormido.
Sonreí ante su acción, me resultaba tierno pues ¿quién creería que aquel chico tan reacio estaría aquí comportándose como un pequeño gatito en busca de calor?

Me enternecía verle actuar de ese modo, inconcientemente coloqué mi brazo a su alrededor y ambos nos envolvimos en calidéz y sueño.

La alarma de las 10 nos hizo levantar. Aún con sueño se incorporó sobre sí y porsteriormente yo también, ninguno de los dos mencionó nada respecto a cómo dormidos abrazados pero no creo que nos haya incomodado

- ¿Cómo se siente, Gustabo?

- Ya mejor... solo el puto dolor de cabeza me está matando- suspiró

- ¿Te gustaría desayunar? Allá abajo se encuentran las medicinas- pregunté y me contestó asintiendo con su cabeza

Bajé de la cama y seguido me dirigí a la cocina donde nos preparé unos sánwiches y un café caliente.

- ¡Gustabo!

Le grité avisando para que bajara y así fue, se veía gracioso y tierno vistiendo mi ropa

- Huele rico- contestó haciendo referencia al café

- Siéntate, en un momento te doy una taza... por cierto

- ¿Sí?

- Tengo tu celular, el primer día que te traje lo traías dentro de tu pantalón; sigue apagado pero por si lo quieres aquí está- dejé el móvil en la mesa