🥀 Cenizas 🥀

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Me hice el dormido esperando a que Volkov se marchara... la medicina hizo efecto y mi mente se aclaró

Moría de la vergüenza por lo ocurrido... ¿BESÉ AL COMISARIO? Ni en mis peores pesadillas había sucedido eso ¿cómo siquiera podría verlo a la cara? Suspiré y posé mis dedos sobre mi labio, la sensación aún no se iba y el calor de sus manos sobre mis múslos aún permanecía.

Me levanté de la cama y me pegué una ducha. Abrí el closet buscando entre su ropa la que más me sentara y porteriormente tomé mi móvil para salir de casa e ir a la farmacia más cercana, tenía que hacerme de supresores si no quería que la situación se repitiera nuevamente.
Una llamada se hizo presente... era nuevamente Jack, ¿ya era hora de aclarar bien las cosas, no? Colgué y entré a su chat para enviarle mensaje

0127xx
¡Gustabo! ¿Estás bien? No me cuelgues por favor, hablemos
¹¹'¹¹

Te veo el sábado a las 11 en el pier, si llegas pasada esa hora me iré
¹¹'¹²

Nos vemos ahí
¹¹'¹²

Le dejé en visto y guardé el móvil en el bolsillo del pantalón para seguir con mi recorrido hasta que pensé... ¿cómo mierda iba a comprar mis supresores si ni un puto dolar traía encima? Me regresé con coraje hasta la casa, joder, ni todo lo que caminé.

Al llegar me senté en el sillón pensando qué hacer, no quería pedirle dinero a Volkov, no después de lanzarme sobre él de esa manera. Pensando y pensando una idea se vino a mi mente, Emilio.

Llamada

¡Cabrón!, no sabe lo preocupado que me tenía

Emiliooooo, perdón por preocuparte, no sabía que me quisieras tanto

No sea joto, ¿dónde anda?

¿Te parece bien si vamos a comer?

Órale wey, ¿dónde le caigo?

Te mando ubi

Ta bueno


Fin la de llamada


Le mandé la dirección para que pasase a recojerme. Al rededor de 20 minutos ya lo tenía en la puerta de aquella casa tocando el tiembre

-Hombre Emiliooooo

- Gustabooo- saludó alzando la mano

Nos dimos un abrazo y subimos al carro, la verdad le había extrañado bastante, Emilio fue el único que de verdad me estuvo buscando y que se preocupó por mi

- ¿Qué le pasó en el brazo?- preguntó exaltado

- Ya ves, uno que es tonto y se cae en los lugares más absurdos

- ¿No le duele?

- Que va, estoy mamadísimo- ambos reimos ante el comentario y me coloqué el cinturón de seguridad

- ¿Quieres ir a comer a algún lugar en específico, wey?

- ¿No podemos comer en tu casa? La verdad es que quisiera hablar cómodamente contigo

- Bueno, ahorita le hago unos taquitos de huevo para que se le quite esa cara de muerto que trae- me sonrió

La casa de Emilio no se encontraba muy lejos, también vivía en el norte.
Cuando llegamos me puse cómodo tal y como indicó, esperando la comida

Un nuevo comienzo /// Volkabo | IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora