Un nuevo comienzo /// Volkabo | Intenabo

🥀 El dolor más allá de la traición 🥀

Quién diría que sería capáz de escuchar mi corazón romperse y mi cabeza volverse un tornado de emociones.
Me costaba respirar y me comencé a preguntar en qué momento sucedió todo esto ¿así termina? ¿Es así de sencillo?
¿Cuándo dejó de sentir lo mismo que yo?

De qué me sirve llamarte, llorar, reclamarte o no dormir si el resultado será el mismo.

Me siento desequilibrado, es raro pensar que no estarás conmigo nunca más.

Desearía cerrar los ojos y que todo fuera una mentira, y que volvieras a mis brazos diciendo lo mucho que me amas y lo arrepentido que estás, lo tonto que fuiste por imaginar que podía estar lejos del amor de tu vida... pero eso no sucede, ni sucederá jamás.

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- Wey, ya le dije que Armando me llamó para que fuera al taller a trabajar

- Emilio, por favor, acompáñame al mercado, no quiero ir solo- puso ojos de cachorro regañado -hasta vine a buscarte personalmente para ir juntos

- Pues invite a otro Gustabo, de verdad que hoy no puedo, si quiere otro día vamos con gusto, el pinche jale me tiene bien ocupado- suspiró

El omega le mostró su dedo del medio y se metió a su auto oyendo las risas de aquel mexicano. Ya habían pasado tres días desde que Jack se había ido a L.A pero sinceramente la espera de que su alfa volviera fue mejor de lo que esperaba, en comisaría le tratan bien y aparte tiene a sus amigos.

Tomó su móvil y buscó el contacto del gallego para seguido clickear sobre éste y llamarle

Llamada

Buenes Gustabo

SEEEEEGIS

¿Qué pasó, todo bien?

Sí, quisieras acompañarme
a comprar algo al mercado?

Por supuesto, estoy en el garaje central

En camino

Fin de la llamada

Cuando finalmente pasó por su amigo el gallego ambos partieron rumbo el mercado, el menor se veía lleno de ilusión, pues después de todos estos días finalmente se iba a comprar su plantita a la cual cuidaría como un padre.
No tenía ni puta idea sobre jardinería pero al menos sabía lo básico de que hay que echarles agua.

Cuando llegó al vivero comenzó a observar todos los tipos y clases de plantas que había, todos eran preciosos; no sabía cuál escoger así que tomó un bonsai y un cactus pequeñito. Segismundo no desaprovechó la oportunidad y compró un lirio blanco, le gustó la flor que tenía así que lo tomó y lo llevó a casa.

Ambos fueron a dejar sus respectivas compras a sus hogares para posteriormente ir a algún lugar a comer.
Llamaron a Rogelio y Manolo para que les acompañasen y éstos con gusto aceptaron.
Obtaron por ir al Hen House, pues era un sitio cómodo donde podías beber lo que quisieras y a su vez comer gran variedad de platillos.

El cuarteto se divertía como nunca, pasar un momento los cuatro significaban risas aseguradas. Estuvieron bailando, comiendo y bebiendo sin nada que les detuviera hasta que llegó la madrugada y aún con ganas de más se dirigieron hacia el bar de la ciudad, donde podrían pasar una buena noche y divertirse aún más.

El tiempo transcurrió perfectamente, las emociones negativas y malos pensamientos abandonaron el cuerpo del omega y finalmente se relajó.

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