Sunjin trabaja en una clínica infantil. No es médica, pero atiende la recepción, recibiendo a la gente que llegaba a sus turnos. Hay días en los que Hansung puede llevar a Kihyun de regreso a casa después de la escuela, mientras Sunjin trabaja, pero hay otros en los que sus horarios se interponen y él debe hacer tiempo.
Su madre suele ofrecerle regresar solo, puesto que el lugar no queda demasiado lejos de casa, pero él siempre se niega. No quiere caminar solo por las calles a las horas más aglomeradas; además, como el consultorio es privado, no suele haber mucha gente allí, lo que es mejor. Kihyun prefiere esperarla mientras trabaja, después de todo, cuando él termina su jornada, a Sunjin tampoco le queda demasiado para acabar y volver los dos juntos a casa.
Aquella tarde, ella compró ramen instantáneo para los dos. Kihyun odia aquella comida, pero no se atrevió a reprochar; después de todo, ella le había dado la opción de marcharse y él que se negó fue él.
Kihyun seguía reprimiendo el llanto incluso luego de un par de horas de haber consumido el alimento. Cuando era más pequeño, adoraba el ramen, pero con el tiempo, fue generando una especie de fobia a él.
Porque después de que su madre biológica sentenciara que esa sería su única comida autorizada, empezó a alucinar aquellos fideos.
—Estás muy callado. — Menciona Sunjin mientras manejaba de regreso a casa. Tratándose de a quién se refería, era tonto destacarlo, pero él no dijo nada al respecto. — ¿Qué tal la escuela hoy?
Kihyun sabía que la verdadera pregunta que tenía en mente no era esa, sino que "¿Hablaste con alguien?" o "¿Hiciste algún amigo?". Lastimosamente, no podía darle la respuesta que buscaba. Ni siquiera podía contestar con honestidad la pregunta pronunciada en voz alta...
—Bien. — musitó el castaño entre dientes, levantando la mirada apenas un poquito, encontrándose con la mirada de la mujer a través del retrovisor. Rápidamente, volvió su atención a su regazo, jugando con el llavero que colgaba de su mochila. — La gente es buena...
Ja.
Ja, ja, ja, ja.
Claro.
Sunjin sonrió tras oír sus palabras, lo que hizo a Kihyun sentirse un poco menos mal por haberle mentido de esa manera. La había hecho sonreír, eso es buena señal, ¿No? La hizo feliz...
...
Hansung había preparado pollo para cenar. Por suerte, todo estaba listo para ser consumido en cuanto llegaron, así que no tuvo que soportar por mucho más tiempo el gusto al ramen en la boca. Incluso su padre destacó lo bien que estaba comiendo aquella noche. La pareja compartió una risita contenta y Kihyun se forzó a sí mismo a regresarles la sonrisa.
Por suerte, los adultos se encontraban muy entretenidos en una charla acerca de trabajo, que no hicieron muchas preguntas más sobre su día. Kihyun levantó su plato al terminar su cena y lo llevó a la cocina, donde lo lavó y regresó a su respectiva alacena con sumo cuidado de no romperlo. No comprendía cómo es que dejaban toda la vajilla de loza en una estantería tan alta y las cajas de cartón de las galletas y cereales en los niveles más bajos. ¿No les preocupara que algo se cayera y se rompiese? Porque a Kihyun le aterraba.
El joven regresa a su habitación a toda velocidad, antes de que Sunjin subiera con la medicación, puesto a que debía encargarse de algo antes de ello. Dando una ojeada a sus espaldas, abre su mochila del colegio y saca su cuaderno de literatura. Pasa las hojas con rapidez hasta llegar a la última, la cual arranca con furia.
Su profesor había escrito una nota allí. El hombre le había pedido que por favor se la entregase a sus padres, pero Kihyun no se atreve a hacerlo. No quiere causarles una molestia a Sunjin y Hansung.
ESTÁS LEYENDO
Maybe In a Next Life - Changki
FanficEl cerebro humano tarda alrededor de 200 milésimas de segundo en procesar y ser consciente del entorno que lo rodea. Qué jodido, ¿No? Cómo 200 milésimas de segundo pueden joderte por el resto de la vida. . Kihyun ha vivido siempre una vida de mierd...