3

84 13 4
                                    

Narra ibai.

Un largo día conllevaba a un gran descanso y eso era lo que haría, descansar hasta que Heberon llegará a mi casa, sabía que iba a tardar ya que por lo que me estaba contando los tres pueblos se juntaron para hacer una expedición, con tal de encontrará cosas maravillosas o criaturas nuevas, y yo....Me mantenía tranquilo en mi cama, con los pies cruzados y los brazos por detrás de mi cabeza, estaba algo pensativo, cerré los ojos con suavidad soltando varios suspiros cansados, estaba tan cansado, hacer un pozo no era nada facil y mucho menos si alguien estaba fastidiando tanto, Heberon no me había dejado de molestar durante todo el día de ayer y joder, que frustrante, solté una suave risa y pase una de mis mando a mi pecho tentando un poco la zona, había adelgazado bastante desde que habia llegado a el pueblo...No me dejaba de mover jamás, siempre estaba de un lado a otro y de cierta forma me agradaba el adelgazar sin hacer ejercicio, solo caminar y trabajar.

Ib—Mmm...Que sueño

Hable para mí mismo...Comenzando a acomodarme en mi cama aunque apenas iba a cerrar los ojos senti un aire cálido recorrer mi cuerpo, reconocía esa sensación donde sea, abrí los ojos y suspiré mirando la manta de luz blanca resplandeciente cubrir mi cuerpo, suspiré frustrado y mire a el dios a los pies de la cama.

Ib—¿Ahora que?...No me quiero levan- ¡Ahhh!

He—Me obligaron!

Fue lo último que escuché antes de sentir un fuerte jalón en la parte de mi pecho, por instinto cerré mis ojos, no los iba a abrir, eso pensé hasta que senti un fuerte frío recorrer mi cuerpo, abrí los ojos lentamente notando como estaba en la aduana del pueblo dos, el manto de luz blanca desapareció y en cuanto paso eso mire a mi alrededor encontrándome a Perxita el cuál sonreía alegre.

Pe—¡Si...! Ibai ven ahora mismo, quiero hablar contigo de algo importante!

Ib—So...Sobre qu quieres hablar ¿Mm?

Pregunté mirando hacia todos lados en busca de el dios que todas las noches me acompañaba en casa, quería tomarlo de una oreja y golpear sus costillas, me habia sacado de la comodidad de mi cama sin razón...Fui donde Perxita a paso lento, no tenía a ninguna prisa.

Ib—¿Que pasa?...

Pe—Cuentame la verdad...Porque te corrieron del pueblo, me enteré de las cosas a medias y ...Quería saberlo...

Ib—...Bueno ...Casi me vuelvo un asesino, intenté matará a Deqiuv sin razón alguna pero de qué no fui yo...Fue como si alguien me controlará por completo...Además, no recuerdo más que el final de todo...Tenía una espada en las manos, Deqiuv estaba en el suelo ensangrentado y bueno, no podía zafarme tan facil de la situación, todo apuntaba a que era to quien casi mataba a Deqiuv...

Pe—Mmm...Pues algo parecido nos pasó con uno de los integrantes de nuestro pueblo... Carola...Espero y lo conozcas, dijo exactamente lo mismo que tú...Que no recuerda lo que pasó hasta que según el despertó y miro a Jager tirado en el suelo pidiendo súplicas por su vida casi muerto...

Ib—¿Y está bien el tal Jager?

Pe—Oh si, está bien, ya está en el hospital y Carola encerrado en su casa sin ganas de vivir, está al cuidado de violeta...Una lastima que pasará eso a decir verdad, me caí bien el chico...Pero en fin... Nosotros el pueblo 2 queremos sabes que está pasando, y por eso queríamos que algún dios te trajera a aquí...Ayúdame y ayuda a tu pueblo...Para que se sepa la verdad...¿Podrías?...

Ib—No lo sé....Yo...Ya estoy bien lejos de estos pueblos...Y bueno no tengo tant-

En cuanto iba a decir lo último cayó un rayo cerca de mi asustandome, joder, Sabía de quién era ese rato.

Pe—Joder!...¡Mierda!

Ib—Heberon te Odio! Si Perxita te ayudaré...

(……)

Maldito sea el momento en el que a Heberon se le hizo buena la idea de transportarme a el pueblo dos sin estar listo, ahora estaba sufriendo de mucho frío ya que llevaba un short que llegaba hasta mis rodillas, por otro lado no llevaba alguna sudadera, y bueno, estaba sufriendo las consecuencias ya que ahora es algo tarde.

Pe—Joder...No encontramos nada...¿Alguien propone algo?...

El silencio se hizo en el lugar o al menos hasta que yo hable con un tono bastante bajo.

Ib—Yo...Antes de despertar de mi trance pude mirar un lugar, que mágicamente es lo único que recuerdo de cuando intenté matar a Deqiuv...era...Un acantilado...Muy pero muy profundo, casi sin fondo...En las lejanias del pueblo uno...Pueden ir a buscarlo ustedes, yo no quiero ni verle la cara a algún habitante del pueblo uno...

Y entonces Heberon hizo presencia, al parecer no muy bien ya que un pie se le dobló y termino en el suelo con dolor en el tobillo mientras se abrazaba a si mismo, suspiré con suavidad acercándome a el.

Pe—Nos adelantaremos...

Asenti con suavidad mira di como varios habitantes se iban caminando detrás de Perxita, devolví mi mirada hacia Heberon y tome su pierna de forma suave haciendo que su pie se moviera en círculos, este solo se quejo porque en alto aferrándose a el suelo como podía.

Ib—Para ser un dios eres bastante torpe....

He—C-Callate y suelta mi pie, duele...

Ib—Callate tu...Por cierto...Tengo frío, no me dejaste traer conmigo una sudadera...Y además tengo puesto un short, porque mis planes eran quedarme todo el día en casa...

He—Perdon....pero yo estaba siendo obligado por el pueblo dos y por otro dios...No podía hacer nada..

Ib—Pero eres un Dios! ¿Cómo te va a obligar un humano a hacer algo o otro Dios?

He—Tu no los conoces! Dan tanto miedo!

Y así comenzó una pelea a gritos entre Heberon y yo, era claro que no iba a terminar pronto, y así fue, más de una hora gritandonos mientras nos jalabamos o nos dabamos suaves golpes, por mi parte no iba enserio, me mantenía al límite, no le encontraba real seriedad a la pelea.

He— Ya ibai...! Ni siquiera lo estas tomando enserio...Solo me tienes como tonto gritando...

Ib—¿Que? ¿Cómo lo sabes?...

He—Puedo ver tus pensamientos...¿Lo olvidaste?...

Ib—Si...Lo olvide, aunque te voy avisando que si sigues haciendo eso de ver o lo que sea mía pensamientos... Realmente me voy a enojar...U esto si va enserio...

Hable lo más serio posible, sabía mejor que nadie que si me lo proponía podía ser muy... Intimidante, y claro, en ese momento me lo estaba proponiendo.

He—Si...Ya lo...Lo note...De...Dejaré de hacerlo, L-Lo juro...

Heberon hablo bajando la cabeza, de cierta forma agradecía el echo de que fuera a dejar de ver mis pensamientos, sería incómodo pensar en algo vergonzoso y que el lo vea, suspiré y me hacer que hasta donde el pasando un brazo por encima de su hombros.

Ib—Mejor llévame a casa ¿Si?...Tengo hambre y mucho frío...Además...Ya no quiero estar aquí...Temo por mi vida.

Misión (Hebai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora