Misión (Hebai)

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X¹-...𝐷𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑒𝑙 𝑐𝑖𝑒𝑙𝑜 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑠 𝑚𝑎𝑠 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜...

X²-...𝐶𝑖𝑒𝑟𝑡𝑜...

Narra Ibai.

Una cálida sensación recorrió todo mi cuerpo haciendo que despertara, no sentía ningún dolor y una luz llegaba directo a mi rostro, todo era...Tan tranquilo ahora, cuando por fin logré abrir los ojos note que no estaba en aquel acantilado sino ahora estaba en un lugar totalmente blanco, que al parecer no tenía fin, todo estaba en silencio, con lentitud me levanté de el suelo notando que este era extrañamente muy suave.

Ib-Donde...¿Estoy?...

Y tan solo se escuchó mi voz en el lugar, me estaba comenzando a asustar, y vaya que era normal, un lugar totalmente blanco, que no tenía aparente fin en el horizonte.

X¹-Oh! Hola...Por fin estás aquí! No sabes cuánto te espere Ibai....

Escuchar aquella voz femenina, tan suave como la de una niña pequeña me lleno aún más de miedo, mire hacia todos lados pero simplemente no había nadie, di unos pasos hacia atrás los cuales fueron parados porque mi espalda choco con algo, lentamente mire hacia atrás logrando ver un ser totalmente de negro, sentí que mis piernas fallaban y comenzaban a temblar, mierda, estaba muerto.

X²-Hola Humano....Veo que Heberon cumplió su misión...

Ib-¿Q-Que?

X¹-Oye! Deja a el humano! No lo asustes más...

Ib-¿Q-Quienes son? Déjenme ir ahora, m-mis compañeros están en peligros!

Hablé mirando a aquel ser de total oscuridad, analizando lo bien era como un fantasma...Solo que si lo podía tocar lo cual descartaba totalmente que fuera un fantasma.

X¹-Jaja...Ibai, somos dioses.

Escuché detrás desde otra parte de aquel inmenso lugar blanco, con lentitud volte hacia donde provenía esa voz y note que había una niña, está totalmente de blanco, tragué en seco y mis piernas no aguantaron más, caí a el suelo de rodillas, aunque, por lo suave que era el suelo no sentí algún dolor.

Ib-¿Q-Que hago aquí? ¿Dónde estoy?...

X²-Estas muer...

El ser oscuro fue interrumpido por un viaje grito de aquella niña, las lágrimas en mis ojos no tardaron en salir, tenía miedo, ¿Dioses? ¿Acaso era un castigo? ¿Hice algo malo? Pensé llevando mis manos a mi rostro el cuál tape para evitar que aquellos dos dioses me mirarán en tan vulnerable estado.

X¹-Ou...Pobrecillo, ibai...No llores, tú eres un chico fuerte, y no, no hiciste nada malo, tampoco es un castigo...Mírame y te explicaré todo, pero quiero que limpies tus lágrimas...Ya verás que entenderás todo.

Escuché a la niña y después una calidez reconfortante cubrió mi cuerpo haciendo que de cierta forma me sientiera consolado, quite las manos de mi rostro notando como aquella pequeña diosa me estaba abrazando de forma fuerte.

Ib-¿Porque estoy aquí? Cuéntame todo...

Aquella calidez me transmitía tanta paz que me era facil hablar con la pequeña diosa aún abrazada a mi, esa calidez desapareció en el momento en el que los pequeños brazos de aquella niña se separaron de mi para volver a tomar distancia, mire a la diosa suplicante.