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Narra ibai.

Tener a Heberon cabizbajo con total temor de mi era extraño tomando en cuenta de que el era el dios.

Ib—....¿Tienes algo que decir al respecto sobre lo que te acabo de contar? ...

He—...No tenía ni idea de que moririas...No tenía idea de que tú...Moririas por mi culpa, no tenía ni idea de lo que esperaba en aquella montaña...Lo...Lo....Mngh .. Lamento tanto.

Me quedé callado mirando el cuerpo del contrario temblar intentando soportar las ganas de llorar, verme morir, no debía ser fácil y lo primero que hacía al verlo era....Regañarlo...Suspiré con cansancio haciendo una mueca de disgusto propio.

Ib—Ya no importa...Ven aquí y dame un abrazo...Antes de...morir...Ya sabes...la segunda vez.

He—Oh! Si... Lamento haberte gritado...Fui un insensato...Lo lamento tanto...No merezco ni un abrazo...

Ib—Ugh....Podrías callarte y venir a aquí de una vez...No te iba a decir algo sobre eso...Sino que antes de morir por segunda vez...yo te dije algo...y tú me respondiste con algo que...No pude escuchar bien.

Mire como Heberon se acercaba a mi aún con la cabeza baja, se notaba algo decaído, aunque no lo culpaba, parte de su estado era por mi culpa, o al menos así lo sentía yo, cuando el estuvo cerca de mi lo tome de un brazo con mucha suavidad y le di un suave jalón hacia mi haciendo que este se apegara a mi, comencé un abrazo algo tímido pero cariñosos después de todo el cuál fue correspondido con lentitud por Heberon, iba a decir algo pero me quede callado al notar como el cuerpo del contrario temblaba, me daba algo de pena.

Ib—Ya ya....Oye...Mírame, estoy aquí, Heberon... Mírame.

Hablé con insistencia hasta que el contrario levanto la cabeza y me miro a los ojos con tristeza.

He—Por mi culpa t-tu moriste, t-tu....Debe- Mngh!

Si bien, algo impulsivo fuí, no pude evitar al verlo triste tomarlo del mentón y plantarle un beso en los labios, uno que cumplió con mi objetivo de callarle y hacerle saber que no importaba que hubiera muerto una o dos veces, me separé de aquel beso no correspondido por la sorpresa y reí.

Ib—Callate... Recuerdo que te dije...Te amo...No pude escuchar tu respuesta aunque creo que me quedo clara una parte...

He—....I-Ibai...

Un silencio de algunos segundos se hizo, Heberon parecía estar sin palabras, solo abrí y cerraba varias veces la boca como si de un pez fuera del agua se tratara.

He—Tambien te amo! Esa fue mi respuesta! Te amo!...Y lamen-

Ib—No más lamentos!...Si algo me quedo claro de los dioses que conocí es que no debo odiarte por una simple razón que en el futuro será una razón mayor...Ahora solo cállate y...Y abrázame...

Y así fue, Heberon callo totalmente sus palabras y me abrazo con fuerza, por mi parte solo Correspondí gustosos a el abrazo mientras miraba con una sonrisa la cabeza del contrario esconderse en mi pecho buscando la zona perfecta para quedarse ahí.

He—……Es vergonzoso... Ahora...No sé que pensar...Tu...Me quieres apenas de lo que pasó y...¿Desde cuándo gustas de mi?

Misión (Hebai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora