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En 2 semanas ya tenían la casa en total función, combinaron los muebles y utensilios que ambos ya tenían y aunque no había mucha armonía de color ya había más comodidad.
Eren trabajaba y se mantenía al tanto del cuidado excesivo de su novio, además de que seguía velando por el bien de la relación con cenas románticas en el jardín, jugaban videojuegos, cuidaban juntos a los hámster, veían series, películas, Levi aprendía a cocinar, y hacían las labores domésticas.
Levi se quedaba en casa ajercitandose, en secreto y sin que él castaño lo supiera hacía los entrenamientos pesados, pero cuando llegaba Eren hacía cositas pequeñas para no alarmarlo, Levi estaba desesperado y su delgadez producto de su problema estaba desapareciendo a la fuerza, su cuerpo estaba volviendo a tener forma muy rápido.
Ambos la pasaban bien y la relación era igual que antes, Eren era él angelito y Levi él diablito así funcionaban mejor, él castaño no lo admitía pero sentía mucha atracción hacía él Levi descarado y malo, aveces cuando se enfadaba tenía ganas de acercarse mucho y disfrutar de su actitud tan mala, aún así adoraba la faceta tan cortez que había adoptado.
Levi acababa de bañarse y estaba listo para cenar, el ejercicio siempre le daba mucha hambre. Hoy sentía un olor diferente, a algo frito, se emocionó puesto que sólo comía cosas desabridas en el sentido de que no tenían grasa o sazón cargado, ya estaba deseando poder comer comida rápida o lo más cercano a eso.
Al ver cómo Eren se acercaba con el plato se acomodó muy emocionado por comerse un buen pollo frito, pero se llevó la amarga sorpresa de que en su plato solo había vegetales y un poco de pescado.
Eren- buen provecho mi amor
Levi- pero escuché que estabas friendo algo
Eren- tenía antojo de un pollo frito, ya me estaba cansando de los vegetales pero tu debes seguirte cuidando hasta que él doctor diga
Levi- dame una pieza, solo una
Eren- no cariño, lo siento, come tus vegetales porque te harán bien
Levi- por favor, llevo casi un mes comiendo lo mismo
Eren- lo lamento, yo trato de variarte las recetas para que no te aburras
Levi- no es que cocines mal, todo está muy rico pero ya estoy cansado de comer vegetales, quiero pollo, res, hamburguesa, pizza
Eren- haz comido pollo, la pechuga desmenuzada
Levi- no me estás entendiendo
Muy enojado el azabache trató de ignorar el hermoso, jugoso, y apetitoso pollo frito que Eren comía frente a él, se lo comía con tanto gusto que en cierto punto llegó a creer que era una forma de molestarle, y estaba en lo correcto.
Eren- ¿cómo esta tu lechuga?
Levi estaba a punto de decirle un par de cosas pero su bonita sonrisa era mejor que cualquier pollo frito, de vez en cuando Eren se soltaba y le hacía bromas muy sencillas y sanas, verlo feliz era la cosa más satisfactoria del mundo.
Luego de la cena Eren se fue a dar un baño mientras su novio lavaba los platos, se turnaban para todo, pero generalmente quien se encargaba de la limpieza de la cocina por la noche era Levi, aunque esto no le gustaba para nada al castaño puesto que si por él fuera su novio estaría todo el día acostado recibiendo cuidados.
Levi- si en una semana el doctor no me indica que puedo comer lo que quiera voy a Mc'Donalds
Eren- ¡te escuché!
Al día siguiente
Todos en la estación le dieron la bienvenida a Marco por segunda vez, Armin, Eren, y él pecoso estarían en el mismo lugar trabajando pero haciendo cosas diferentes, Eren se encargaría de las llamadas era él mejor para eso pues su calma ayudaba mucho a la gente, Armin estaría haciendo inventarios y hojas de reportes, mientras que Marco iba a elaborar nóminas, seguros, y muchos papeles relacionados con los bomberos.
Todo iba bien, Jean estaba detrás de Marco coqueteando con él como siempre, esto hizo que su primer día fuera un desastre, no elaboró las cosas a tiempo y en pocas horas Erwin se encargaría de revisar todo para saber si se quedaba con el empleo, sabía que no lo echarían pero no quería ser regañado.
Estaba desesperado y no sabía cómo decirle que no a su amado Jean, las cosas entre ellos siempre fueron muy pasionales y verlo denuevo revivió todo. Eren que estaba en la misma oficina notó lo nervioso de su compañero y se acercó para ver si podría ayudarle en algo.
Eren- ¿sucede algo querido?
Marco- es que- ahm- me dolía la cabeza un poco y no pude completar mis tareas, pero no quise presentar excusas es mi primer día
Eren- ay no, ¿aún te duele?, siempre tengo medicamentos
Marco- no, gracias, pero no voy a terminar a tiempo (suspira) ni siquiera recuerdo las instrucciones
Eren- yo si las recuerdo te puedo expl-
Marco- ¡ay gracias!, ¡que lindo!, si me disculpas tengo que ir a resolver algo con Jean, avísame cuando Erwin llegue, eres lo mejor
Minutos después
Él castaño pasó toda la jornada cumpliendo dos trabajos, se acomodó de tal forma que podía contestar el teléfono y resolver el lío que tenía Marco. Mientras tanto en el camión que no estaba en función Marco resolvía los "asuntos" que tenía con Jean.
Eren estaba agotado, ni siquiera era su trabajo, pero no iba a reclamarle a Marco, le creyó y su limpió razonar lo hizo creer que su dolor de cabeza había aumentado y por eso se había esfumado.
Al terminar todo fue a buscar al chico de pecas pero no lo encontraba por ningún lado, estaba nervioso pues no podía dejar el teléfono solo sin avisar y cuando quiso regresar ya Erwin y Marco estaban ahí.
Marco- de nada, es un placer volver a trabajar aquí
Erwin- me sorprendiste, está todo muy organizado y ya no habrán confusiones
Erwin había cerrado la puerta con seguro y Eren muy paciente esperó a que él notara su presencia para poder entrar, no iba a interrumpir una Supervisión importante, sin embargo, lo regañaron por dejar su puesto sin avisarle a nadie, y para rematar se dio cuenta de que Marco se había llevado el crédito completamente.
Erwin- bueno nos vemos mañana
Armin a todo esto estuvo todo el día con sus audífonos a máximo volumen para más concentración, no se dio cuenta de nada, pero al ver cómo Eren recogía sus cosas supo que algo le había pasado, se veía un poco decaído y al preguntarle que le pasaba se preocupó más porqué tenía los ojos apunto de soltar lágrimas.
Eren- nada, solo me sentí mal porque me regañaron
Armin- no pasa nada, en algún momento nos pasa a todos
Eren- tienes razón, nos vemos mañana
Eren estaba decepcionado consigo mismo, nunca había recibido un regaño así, y al analizar la situación se dio cuenta de que en verdad eso fue una irresponsabilidad muy grande, ese era el número de emergencia y no podía descuidarse.
