Quien deberia ser

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Narrador omnipresente.

Despues de aquella charla con bruno, la chica se fue a su casa intentando no darle mas importancia al asunto, pero cuando llego se encontro a su madre con un chico de tu edad, con los que suposiste eran sus padres.

—María, ven te presento a Julio tu prometido— te quedaste callada no querías hablar con menos con...¿tu madre?—María Esther, saluda no seas malcriada—.

—Hola, tu—tu madre te vio con odio y rabia te tomo de la mano y te llevó a la cocina.

—¿Que diablo te pasa, eh, seguirás con tu loquera?, hazme el favor, tu no quieres conocerme a mi en verdad, ve y hablale coño, sirve para algo—.

Hiciste lo que dijo, rápidamente aunque con cada palabra que cruzaban estabas cada vez más cerca de romper en llanto.

Pero te lo aguantaste, desde que se fueron corriste a tu habitación.

Te miraste frente al espejo y comenzaste a pensar en lo que dijo Bruno, buscaste similitudes entre tu y tus padres, incluso hermana, no había ninguna, te sentaste en tu cama algo enojada contigo misma por ser tan grosera con bruno.

Pasaron unos días y dejaste de ir a la casa madrigal ya que tu madre hacia los preparativos para tu boda, seria en unos meses pero todos saben como es ella, inquieta.

Los madrigal anunciaron la celebración del don, algo que solían hacer, tu familia fue invitada y obviamente se negaron.

—Madre, pero si lo piensas bien si vamos a la celebración podremos demostrar que son demonios— dijiste.

—Tu te cree tiguera, no, no iremos

—Por primera vez en mi vida concuerdo con Esther, podríamos tener puebras—.

Tu madre se lo pensó un rato y al final decidió que esto sería una casería de brujas.

Cayo la noche y se dirigieron a la "Casa maldita" Camilo y Luisa atendían a todos en la puerta, cuando te vio no evito sonrojarse un poco y sonreír.

Cuando estaba apunto de darte la bienvenida tu madre te tomo del brazo bruscamente y te llevó adentro.

El rato paso y ya era momento, el niño no quería pasar pero tomo la mano de mirabel para caminar juntos, te vio y te saludo con cariño.

Se descubrió que el don de Antonio era hablar con los animales.

—Valla, quizás pueda comprenderte y tener una conversacion contigo, ¿no hermanita?— ella te miro con una Cara de "No me hagas María, no me quieres conocer".

Te quedaste en una esquina ya que tu madre te vigilaba a cada segundo, sin embargo tu y Camilo cruzaban miradas.

Los madrigal se tomaron su significativa foto, sin mirabel, si lo notaste.

Querias ir a buscarla, pero no podias, en eso viste a bruno, escondido, el te miro con pena en sus ojos, Te escabulliste para hablar con el.

—Lo siento tanto bruno, yo no quise decirte eso, fui muy grosera—.

—No te preocupes, yo tambien fui muy...intenso—.

—¿Es sierto, Lo del secuestro?—.

—Se que fuiste tu, debes huir de esa casa, reconocería esos ojos donde sea—.

—Necesito ver una visión, asegurarme de que nada malo pasara—.

—Bien—

Gracias a Bruno- "Camilo Madrigal y tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora