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19 años
SI o SI

El sol invernal me molestaba, habían corrido las cortinas de mi habitación y eso logró despertarme

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El sol invernal me molestaba, habían corrido las cortinas de mi habitación y eso logró despertarme.
Estaba tan frío que ni la luz me convenció para salir de mi cama, estaba cómodo entre las tibias sábanas y la esponjosa almohada que mamá me había comprado la semana pasada. Era una paz, tranquilidad amortiguadora. Hasta que Yeji entró corriendo y se puso a saltar sobre mi cama.

—¡Es el día, es el día! —gritaba. Se tiró encima de mí y me destapó. Busqué las mantas con mi mano, pero las había apartado hasta dejarlas al borde de la cama. Genial, ahora debía levantarme.

—¿De qué estás hablando enana?— Le pregunté irritado. Los ojos verdes de Yeji brillaban de excitación, algo la tenía muy emocionada. Algo que yo no podía recordar.

—¡Es el día! —Repitió. Le tiré el cabello y la boté al suelo. Se quejó un buen rato hasta que al fin se quedó callada.

—Ahora que estás calmada y no estás aplastándome, me dirás de qué bendito día estás hablando.

—¡Es el cumpleaños de Felix!— Exclamó.

Claro, era el cumpleaños de rizos. Lo había olvidado por completo. O al menos eso intenté.

—¿Y por eso me despiertas? —Le gruñi. Yeji ya tenía dieciséis años y aún seguía siendo bastante infantil. Tzuyu cuidaba de ella como si fuera su hija, como Chaeryeong se había marchado hace ya algunos años a Canadá para estudiar, consolaba su tristeza en velar por la felicidad de Yeji. De cierta manera eso me gustaba, ni Tzuyu ni Yeji sufrían, se tenían la una a la otra cuando más se necesitaban.

—Si, es que ya es un adulto. ¡Ahora es un hombre!— Gritó otra vez. Iba a dejarme sordo antes de que yo cumpliera los 20.

—¿Y qué se supone que era antes?— Ambos miramos hacia la puerta, donde Felix se apoyaba en el umbral con los brazos cruzados sobre su pecho. Iba en pijama al igual que Yeji, tenía el cabello despeinado y se notaba de lejos que recién había despertado.

—Eras un hada — Le dediqué una sonrisa burlona y él me devolvió una mirada asesina. Tuve una larga discusión con él después de que me regalara a Bo ri, le expliqué que todos esos años creía que el hada de las galletas me las dejaba frente a mi puerta cada vez que me sentía mal. Le dije que era un acto muy dulce de su parte, pero que no lo hiciera más hasta que se me pasara el enojo por lo de Cherry, que si quería mi perdón unas simples galletas no bastarían. No rechistó y me hizo caso, como todas las cosas que le pedí después de ese día.

—Lo importante es que ahora soy un hombre...

—Y mi chófer — Agregué rápidamente, Yeji estalló en carcajadas.

Cuando Felix fue a dar su examen para conducir, se puso tan nervioso que terminó por atropellar a las ancianas de maniquí que colocaban en la pista, pinchó un neumático y vivió su primer choque en el que destrozó toda la parte delantera del auto. Seguirá siendo el mismo desastre como conductor que a los diesciete años.

𝑀𝒶𝓇𝓇𝓎 𝑀𝑒 || 𝐿𝒾𝓍𝒷𝒾𝓃 /𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝓁𝒾𝓍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora