Entrometido.
Desperté a Changbin con una patada en la pierna. Fue suave, nada violento, tampoco quería agredirlo. Pero eso no lo convenció cuando por accidente terminé botándolo de la cama.—¡Me las pagarás, Hyung! —rugió levantándose con rapidez y abalanzándose sobre mí—. ¿Por qué hiciste eso? —La posición no era muy sutil, se había lanzado y se subió a mi torso, con ambas piernas a mis costados. Seguro que su idea era que yo no me escapara, pero a mí se me ocurrían miles de ideas más y no estaban involucradas con su propósito.
Pero me contuve, porque hoy era el día.
Lo tomé de la cintura y con un movimiento delicado lo bajé de mí. Me miró perplejo, ni siquiera dio indicios de ejercer fuerza o de que él pesará.
—Cálmate, Changbin. ¿A caso no recuerdas que día es hoy? —entrecerró los ojos e hizo memoria. Sonreí al verlo tan concentrado y aparté un mechón de cabello de su frente.
—Sábado —respondió finalmente.
—¿Y qué hay este sábado?
—¡No lo sé! Lo único bueno de ser sábado es que no hay escuela, que terminamos el año escolar ayer y que.. ¡Oh, por Dios! ¡Nuestra luna de miel!
Se tapó la boca con las manos del asombro, y de la torpeza de no recordar un día como este. Aún me pregunto cómo es que llegó a la boda correcta.
Le aparté las manos y me incliné sin apartar mis ojos de los suyos, él no parpadeaba, sólo se limitaba a mirarme con una intensidad que nunca antes había distinguido antes. Mis más profundos pensamientos deseaban que fuera por la misma razón por la cual me he contenido todo este tiempo. Ladeé la cabeza y lo besé no como otras veces. Este beso era especial porque ambos sabíamos que después de este viaje no volveríamos a ser los mismos. No me separé hasta que Changbin lo hizo por falta de aire, me quedé mirándolo unos minutos más, como intentaba pasar desapercibido el sonrojo de sus mejillas. Era irrelevante que llevásemos una semana de casados, yo desde hace mucho años que conocía el significado de cada uno de los gestos y expresiones de él.
—El vuelo sale a las diez, y son las ocho. A menos que queramos esperar el siguiente vuelo que es dentro de dos días más, será mejor que nos demos prisa —le dije. Changbin se levantó de la cama de un salto, corrió hasta su armario que compartimos y sacó toda la ropa que encontró.
—Bin... allá hará calor, no creo que necesites un abrigo.
—Uhmm... cierto —vaciló unos segundos, dando vueltas por la habitación, hasta que se decidió y del otro armario que tenía, sacó decenas de camisetas, shorts, uno que otro chaleco y zapatos. Sacó la maleta que tenía debajo de la cama, todo eso en un minuto lo metió dentro sin doblar u ordenar, la cerró. Y ahí tenía todo listo para un viaje de dos semanas al caribe.
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𝑀𝒶𝓇𝓇𝓎 𝑀𝑒 || 𝐿𝒾𝓍𝒷𝒾𝓃 /𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝓁𝒾𝓍
Fanfiction-Y por todo ese cariño que te tenemos Felix - dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión - Queremos que formes oficialmente parte de nuestra familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano d...