-Y por todo ese cariño que te tenemos Felix - dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión - Queremos que formes oficialmente parte de nuestra familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me gustaba verlo dormir, siempre parecía ser feliz cuando dormía. Tal vez era porque yo no estaba para arruinarlo. Acaricié sus rizos los hice a un lado para dejar su rostro despejado. No se veían sus ojos, pero aun así me gustaba.
Dormía plácidamente, como si nada malo sucediera en sus sueños. Lástima que seguía enojado con él.
Le arrojé el agua sobre la cara y despertó gritando "¡Me ahogo!". Tardó unos minutos en recomponerse del susto, y cuando me vio de brazos cruzados frente a su cama con el vaso de agua en una mano, su rostro se puso rojo de rabia.
—¿Por qué demonios hiciste eso? —se secó con una camiseta que encontró tirada sobre el velador y me asesinó con la mirada.
—¿Esa es la forma en que tratas a tu futuro esposo? Te podría demandar por agresión verbal, pero no lo haré —lucía sorprendido, no era común que hablara de nuestro compromiso como si nada. Menos después de que ignorara alrededor de un mes—. Vístete, la hermana de Jisung llega a las 12 y ya son las 10.
No esperé a que me contestara y salí de su habitación.
Este era mi plan: hacer que se arrepintiera por hacerme sufrir. En el tiempo en que me ignora hizo que me diera cuenta que de verdad lo quería y que su ausencia me afectaba demasiado, incluso me deprimía. Y no se lo perdonaría jamás. Así que lo haría sufrir con mi indiferencia, no como lo hizo él, sino que haré como que nada sucedió y me transformaría en el chico perfecto hasta que me pidiera perdón de rodillas.
Me arreglé minuciosamente, reparé en cada detalle para lucir como el novio ideal de Felix. Cepillé mi cabello y me maquillé, era otoño me coloqué unos pantalones de tela blancos con una camisa azul, un abrigo largo café, y por último ensayé mi sonrisa para que no luciera falsa. Bajé veinte para las once, ya había desayunado así que vagué por los pasillos esperando a que Felix estuviera listo. Cuando me senté a ver televisión en el living, apareció Tzuyu con Yeji listas para ir a salir.
—No, tengo una cita con la hermana de Jisung para organizar la boda —le dije. Yeji se alegró al saber que estaba tomando esto en serio, aunque ella sabía la verdad. Me había visto después de que Felix se me declarará y no fue felicidad lo que sentí.
—Con respecto a eso, tenemos que hablar sobre algo después, Seo. Cuando regresemos quiero tener una charla contigo —asentí y me pregunté de que querría hablar Tzuyu.
Se marcharon y a los minutos bajó Felix. Aún iba en pijama—. ¿No te dije que te vistieras? —esto no estaba resultando. No serviría de nada esforzarme por cumplir mi venganza si él no ponía de su parte inconscientemente. ¿Dónde había quedado el chico dulce y comprometido a hacer todo lo que yo quisiera?
