Eleonor Foster Y La Orden Del Fénix

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Me desperté con los primeros rayos de sol acariciando mi rostro a través de la cortina. Estiré los brazos y bostecé, sintiendo la comodidad de las sábanas que me abrazaban.

Miré a mis amigas dormir pacíficamente a mi alrededor. Con una sonrisa, me levanté con cuidado para no despertarlas. Mis pies tocaban el suelo frío de madera mientras buscaba mis zapatillas.

Con paso silencioso, me dirigí a la ventana y la abrí un poco para dejar entrar el aire fresco de la mañana. Observé el paisaje, sintiendo cómo la tranquilidad del lugar se filtraba dentro de mí. Luego, me dirigí a las camas de Lucy y Harley para despertarlas.

Me solía despertar antes, era una persona mañanera, Lucy no se quejaba, pero a Harley siempre se le pegaban las sábanas.

Ella a partir de ahora se juntaría con Draco...

"Me empezaba a costar todo esto."

Todas bajamos a desayunar y Harley se fue por otro lado.

Lucy hablaba mucho con Luna y yo decidí levantarme e irme ya con el estómago lleno a coger un buen sitio en la siguiente clase de pociones que tenía.

No había nadie en los pasillos así que anduve sola para llegar exageradamente pronto al aula de pociones.

Sola como aquella vez que fui petrificada.

Antes de ir por las escaleras giratorias alguien me agarró del brazo y sentí como la sangre se me helaba del susto.

George: ¿A dónde vas con tanta prisa?- Su intención era molestarme y yo me destensé al saber que era George.

Yo: A clase de pociones.- Miré a los lados para asegurarme de que nadie nos veía.

George se acercó demasiado a mi y me intentó acorralar como aquella vez en la cocina. Me sonrrojaba sólo con pensarlo.

Yo: George, nos puede ver alguien.- Dije susurrando con el pelo rosa pastel.

George: Ya me he asegurado yo de que no pasaba nadie antes de venir.- Puso sus manos en mi cintura y empecé a sentir el calor en el ambiente.- Se acercó peligrosamente a mis labios hasta que empecé a hablar.

Yo: No te voy a dar el gusto de besarme tan fácilmente, estos labios tienen obstáculos Weasley.- Sonreí victoriosamente empujándole para atrás y él me miró divertido.

George: Estoy ansioso por saber cuáles esos obstáculos de los que hablas.- Yo rodé los ojos sonriendo.- Me voy con Fred que me está esperando, luego nos vemos.- Se fue andando y me dejó con una sonrisa dibujada en la cara.

"Será idiota."

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En la clase de pociones leímos y copiamos el primer tema del nuevo libro, hoy no usamos los calderos.

Lucy y yo íbamos directas a la clase que teníamos con Umbridge.

Me senté con Duncan y Lucy con Cho.

Mientras esperábamos todas las casas hablaban animadamente.

Yo me balanceaba en la silla aburrida.

Jeremy y una chica de Hufflepuf estaban levitando sus plumas mientras fingían luchar con ellas en el aire.

Y Padma hizo volar con su hermana Parvati un pajarito de papel.

Hasta que las plumas repentinamente se caen, el pájaro fue desintegrado en el aire y mi silla es colocada recta con todas las patas en el suelo.

Miramos toda la clase en silencio para atrás y nos encontramos al sapo rosa caminando entre las mesas para llegar al lado de la pizarra.

Umbridge: Buenos días chicos.- Al llegar y situarse delante de la pizarra empezó a escribir algo.- Título Indispensable de Magia Ordinaria. T-I-M-O. Más conocido cómo Timo. Estudiad mucho y seréis recompensados, de no hacerlo las consecuencias pueden ser severas.- Nos repartió unos libros titulados como defensa contra las artes oscuras para principiantes con su varita .- vuestra instrucción previa ha sido alarmante irregular. Pero os complacería saber que desde ahora seguiréis un curso estructurado y homologado por el Ministerio de Magia sobre la magia defensiva.- toda la clase se quedó en silencio y Harley levantó la mano con el libro abierto.- ¿Sí?

Harley: ¿Por qué no hay nada sobre hechizos defensivos en el libro?

Umbridge: ¿Hechizos?- Se rió con la voz aguda.- ¿Por qué necesitaríais hechizos en mi aula?

Ron: ¿No vamos a utilizar magia?- Toda la clase estaba confusa por eso.

Umbridge: Aprenderéis hechizos defensivos de un modo seguro, libre de riesgos.

Harry: ¿Para qué nos servirá? Si nos atacan no estaremos libres de riesgos.

Umbridge: Los alumnos que quieran participar en mi clase tendrán que levantar la mano.- Me giré a ver a Harry y los dos fruncimos el ceño.- El punto de vista del Ministerio es que un conocimiento teórico será suficiente para superar los exámenes, es decir, el objetivo del colegio.

Yo: ¿Y cómo nos va a preparar para lo que nos espera fuera?- Dije indignadamente y Duncan me dió un empujoncito para que me callase.

Umbridge: No hay nada fuera, querida. ¿Quién te imaginas que podría atacar a niños como vosotros?

Harry: Ah, pues no sé, tal vez, Lord Voldemort.- Tragué en secó asombrada después de lo que dijo y con todo el valor con el que lo soltó. Toda la clase evitó mirar a Harry con cara de desaprobación menos Lucy, Harley, Hermione, Ron y yo. El silencio incómodo que reinaba el aula era inmenso.

Umbridge: Voy a dejar una cosa bien clara.- Bajó la voz sin hacer que nos chirriasen los tímpanos por una vez.- Se os ha dicho que un tal mago oscuro anda suelto una vez más... Eso es mentira.

Yo: ¿Qué?- Dije en bajo sin poder creermelo.

Harry: ¡No es mentira! Yo lo vi, ¡luché contra él!

Umbridge: ¡Castigado señor Potter!- Decidí callarme porque este año quería ser prefecta de mi casa y con castigos no me servirá de mucho.

Harry: ¿Según usted Cedric Diggory murió porque le dió la gana?

Umbridge: La muerte de Cedric Diggory fue un trágico accidente.- Con rabia pronunció esas palabras llenas de ira.

Harry: ¡Fue un asesinato, Voldemort lo mató! ¡Y usted debe saberlo!

Umbridge: ¡BASTA!- Toda la clase miraba al sapo rosa en silencio.- Basta. Venga a verme luego señor Potter, a mi despacho.

La clase fue leer en voz alta y lo demás silencio.

Después de terminar fui corriendo a mi casa, mi prefecto me diría si soy o no este año prefecta. Él, Anthony Goldstein, al verme cruzar por la puerta me sonrió ampliamente.

Anthony: Grant y tú seréis los prefectos.- Le sonreí feliz y pensé en que a Lucy le pegaría más el puesto. Según ella, le cuesta hablar con los niños y no querría ahora lidiar con ellos.

Grant y yo al vernos en la sala común nos sonreímos y nos pusimos a hablar sobre las reglas, el año que viene y las reuniones en el tren.

Me fui alegre a la biblioteca con el libro que nos había dado Umbridge para empezar a estudiar.

Me encontré a Draco y tenía la sensación de que esperaba a alguien.

Cuando conectamos la mirada puso cara de alivio y me indico con la mano disimuladamente que me sentara con una silla de separación junto a él.

Me senté, abrí el libro y empecé a hablar en bajó sin mirarle para disimular.

Yo: ¿Qué quieres?

Draco: Ayer te esperé en la biblioteca también, me ha dicho Snape que como los dos seremos prefectos que nos tocará vigilar juntos.- Puse el pelo amarillo. Los dos nos quedamos en silencio fingiendo que hacíamos otras cosas, hasta que se me ocurrió preguntarle algo.

Yo: ¿Yo te caigo bien Draco?- Él se quedó en silencio un rato y no vi su cara ya que finjia leer.

Draco: Ahora mismo eres la única persona en la que puedo contar.- Dió un largo suspiro y continuó hablando.- No quiero que me odies por las cosas que pueda hacer en un futuro.- Quité la mirada del libro y miré al rededor por si había alguien.

Yo: ¿Qué cosas?- fruncí el ceño.

Draco: No te puedo contar nada.- Empezó a entrar gente en la biblioteca y vimos a una chica de Hufflepuf acercarse. Él se levantó y se fue sin decirme nada.

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