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A medida que las clases y los días pasaban, un sentimiento de frustración comenzó a anidar en el pecho de cada miembro del equipo de Ravenclaw. Snape, también encargado de la disciplina en el colegio, parecía tener una inclinación especial hacia el equipo de Slytherin. Cada vez que pasaba junto al campo de entrenamiento, una mezcla de enojo y desamparo me invadía al ver a los Slytherins perfeccionando sus movimientos y estrategias.

"¿Por qué siempre les cede el campo a ellos?"

Parte de la frustración también provenía de la lluvia de normas que Umbridge ponía cada día, ni si quiera podía volver a ver a George como lo hice aquella vez.

Las hojas del verano cedieron ante los tonos cálidos y dorados de octubre, viento, y muchas, y con el paso a noviembre empezó a hacer mucho más frío y aún así, nuestra situación de entrenamiento no mejoraba. Mientras caminaba junto al campo de Quidditch, observaba a los Slytherins con los puños apretados, mi corazón latiendo con una mezcla de determinación y envidia. Sus risas y aplausos se entrelazaban en el aire, como si estuvieran burlándose de nuestra incapacidad para luchar por lo que merecíamos.

La sensación de injusticia se intensificó con cada día que pasaba, todos mejorabamos en magia contra las artes oscuras, incluso Hermione, Lucy, Harley y yo habíamos creado un galeón falso que ponía la fecha de quedada en la sala de los menesteres, pero aún así estaba disgustada. Sabía que mi equipo tenía el potencial y la pasión necesarios para alcanzar la victoria en la próxima temporada del siguiente curso, pero ¿cómo podíamos hacerlo si apenas teníamos tiempo en el campo para entrenar? Las conversaciones a menudo se volvían tensas cuando discutíamos la situación entre nosotros, compartiendo nuestras frustraciones y buscando una solución.

Los de Gryffindor, que eran los que probablemente se iban a llevar la copa de nuevo, estaban enfadadísimos porque también ellos apenas tocaban el campo, pero con esfuerzo lograron llegar al partido del día de hoy preparados.

Ron parecía nervioso, estaba como un flan desayunando en la mesa de Gryffindor. Cuando entró los del equipo de Slytherin le saludaron con una sonrisa malvada, incluso Draco lo hizo.

"¿Qué están tramando?"- Lucy y yo teníamos las mejillas pintadas del color escarlata de Gryffindor y Lucy miraba las mesas de los equipos que iban a jugar.

Lucy: Volverán a jugar sucio, no lo dudes.- Madison, Adam, Fred, George y Lee Jordan entrar por la puerta del comedor. Me giré para mirar a alguien en concreto y George me giñó un ojo.- Uy.- Soltó mirándome. Yo puse el pelo rosa y recé para que no se acercara.- Viene hacia aquí.

"Dios mío."- George en vez de pararse dejó su bufanda en la mesa dónde estaba desayunando, justo a mi lado y después se sentó en su mesa junto a los demás.

Yo: Dios mío, llega a ver esto Adam y le da algo.- Sujeté la bufanda y fruncí el ceño.- ¿Qué quiere que haga con ella?

Lucy: Que poco romántica eres Eleonor.- Me quitó la bufanda de las manos y me la puso alrededor del cuello.- Quiere que te la pongas, tonta.- Inhalé el olor de la bufanda, olía a Vainilla y a detergente con olor a talco, también tenía toques que no sabía describir, pero que si me dabas otra prenda de ropa de George te diría que olía a él.

"Que bien huele."- Luna se puso en frente nuestra y miró la bufanda de George. Ella tenía un gorro llamativo hecho a mano de la cabeza de un león.

Luna: Que envidia que te hayan dado una bufanda de Gryffindor. Yo me he hecho este gorro.

Yo: Por Merlín Luna, está súper bien elaborado.- Admiré cada detalle de éste. Ella sacó la varita y le dió unos golpes con ella para luego hacer al gorro rugir de una manera muy realista. Lucy se asustó y yo estaba asombrada.

Eleonor Foster Y La Orden Del Fénix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora