•Desde mi funeral•

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   El coche funebre se paseaba lentamente por las largas y angostas calles de Los Angeles todos lloraban casi lagrimas de sangre nunca hubiera pensado que mi persona iba a causar este tipo de emociones y lo entiendo la muerte no es algo que se tome a la ligera es dura, oscura y muchas veces tenebrosa, pero no fue mi caso ya que ella solo toco mi puerta pidiendome amablemente que me fuera con ella parece una locura tal vez lo es ya que en mis momentos finales no sentia mas que una inmensa paz que recorria punta a punta mi cuerpo era casi como un obsequio sorpresa nunca me lo espere solo sabia que un dia simplemente me fui para jamas regresar.

    Las lagrimas no lograban conmoverme quizas era parte del proceso pues estaba muerto no creo que pueda sentir algo otra vez tambien quizas me equivoque eso lo veremos, el coche donde iba mi familia se desvio del camino unos segundos luego todos los coches lo siguieron no sabia exactamente hacia donde iban de pronto logre recordar, iban al parque donde solia jugar de niño

—¿Madre?

Mi espiritu incorporeo toco su hombro dejando una calidez posada en el por supuesto ella no lo sintio seria algo imposible que lo hiciera

—El solia jugar aqui todo el tiempo con la arena, las hamacas y sus amigos no puedo creer aun que el ya no este.

Su voz se sentia pesada y triste rasgaba mi alma que flotaba en el aire sin rumbo alguno todavia unos minutos en silencio pasaron y todos volvieron al coche dirijiendose claramente a un solo destino, el cementerio no me gustaba ese lugar era solitario, la quietud se te metia en la piel no se si hubiera preferido ser cremado quizas pudieran haberme convertido en un diamante, antes de morir habia oido que a las cenizas del cuerpo humano se las podia comprimir a tal punto que formaban un bello y reluciente diamante no se que tanto sera cierto, pero hubiera preferido eso antes que estar para la eternidad rodeado de tumbas de gente que no conozco

—Madre...bebé agua, podrias desmayarte.

Mi hermano mayor siempre fue atento con todos nosotros conmigo, mis hermanos, mi padre enfermo padre y por sobre todo con mi madre, ella no tiene palabras para ser definida, es un ser de luz, una divinidad siempre trabajo para y por nosotros nunca nos habia faltado nada les aseguro que hasta el dia de mi muerte la amaba con tanto fervor que quemaba ella tambien lo hacia igual.

    Casi llegabamos no faltaban mas que un par de cuadras, mis ojos se movian de un lado a otro no me habia percatado de su falta de prescencia, la chica de mis sueños, el amor de mi vida y una de las mujeres que mas ame, Jessica era mi esposa nos habiamos casado hacia unos seis años una boda sencilla ni muy grande ni muy pequeña habiamos invitado a seres queridos solamente y alguna que otra amistad ese momento lo podria catalogar con diversos sentimientos como el amor, felicidad o agradecimiento, pero esta de mas decir que fue uno de los mejores momentos de mi vida nos amabamos incondicionalmente en las buenas y en las malas, solo la muerte nos separo pues en este mundo no habia nada que lo hiciera eramos imparables nos complementabamos el uno al otro, hubiera querido tener un hijo asi dejar algo en este mundo, algo especial me sorprende su ausencia quizas no tenia la fuerza suficiente para afrontar esta situacion y la entiendo yo tampoco sabria que hacer si ella muriese, seria devastador

—Llegamos.

Se escucho decir a la voz de mi madre quien acompalñada de sus demas hijos bajo del coche cabizbaja, quienes sostenian mi ataud para llevarlo hacia donde finalmente iba a ser sepultado eran mi padre, mis dos hermanos y mi mejor amigo Max, el lo era todo en este mundo para mi estuvo conmigo cada momento de mi vida no puedo ni imaginarme que hubiera hecho sin el, recuerdo cuando salio del closet conmigo estaba realmente asustado sobre lo que iba a decir que se largo en llanto apenas lo abraze en ese momento sabia que nada en el mundo podia igualarlo.

    Al entrar al cementerio una sensacion recorrio mi alma, ya no era mas un lugar vacio ahora era un lugar lleno de tranquilidad y calidez reconfortante fue cuando cai en cuanta, el cementerio no es un lugar para que los vivos esten a gusto pues estos son incapazes de comprender la muerte ni lo que esta mas alla de ella, todos iban caminando del brazo hasta que llegaron al lugar donde me enterrarian alli habia un pastor y un monton de sillas puesta una al lado de otra contandolas eran veinticinco lo que era raro porque yo solo contaba veinticuatro entonces fue cuando la vi, mi maravillosa esposa llevaba un vestido negro azabache acompañados de unos anteojos que ocultaban sus lagrimas queria ir a abrazarla con tanta fuerza, pero era algo imposible cosa que me dejaba un poco mal de repente mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz del pastor quien estaba por dar inicio el funeral, fue cuando el cajon se abrio y me vi ahi, un cuerpo inerte siendo visto por muchas personas e incluso hasta de su propio espiritu, me quede flotando esperando que el que pastor comenzara a hablar y no tardo mucho en hacerlo

—Hermanos y hermanas, estamos aqui reunidos hoy en la presencia de Dios tanto como para recordarlo como para tener consuelo, Jeffrey un digno hijo de Dios, amado esposo e hijo esta ahora en la manos del todopoderoso.

Todos continuaban llorando incluso creo que ellos no podian oir el sermon que el padre se encontraba recitando no me parecia una falta de respeto si no todo lo contrario, Dios estaria contento de saber que aqui habia amor verdadero

—Como dice el libro sagrado, «Acerquemonos al trono de la gracia con confianza, para que recibamos misericordia y encontremos la gracia que nos ayude en nuestro tiempo de necesidad»

El pastor siguio con el sermon por largo rato, por mi parte solo escuche hasta la mitad toda mi atencion estaba en mi familia que se sentian desgraciados por mi partida

—¿Alguien quiere decir algunas palabras?

Dijo el pastor cuando mi madre se levanto y camino hasta mi cajon pasando suavemente su mano por el con una lagrima recorriendo su intranquilo rostro

—Mi hijo...fue un gran hombre, recuerdo todo acerca de el, su nacimiento fue algo grato, algo que nunca podre olvidar, sus risas y llantos me llenaban el alma a mas no poder, lo acompañe lo mas que pude y se que fui una gran madre para el ya que siempre me lo decia, lo voy a extrañar mucho desde donde nos estes viendo quiero decirte que te amo con todo mi ser hijo mio.

Finalmente rompio en llanto y yo tambien, sentia la humedad de las lagrimas recorrer mi mejilla no creia volver a sentir algo asi, pero lo hice y me alegra haberlo hecho luego de mi madre nadie hablo sabia que ellos tenian cosas para decir y lo hacian a su manera, finalmente comenzaron a bajarme hacia mi tumba, el cajon sintio la helada tierra que se deshacia al tocarlo las rosas rojas la acompañaban, de pronto una luz bajo del cielo sabia que era el momento de irme

—Adios a todos, algun dia nos veremos de nuevo, aunque espero no sea pronto los estare esperando con los brazos abiertos.

  Subi al cielo acompañado de esa luz divina con el pensamiento de que todos ellos me llevaran en su memoria durante toda la vida, espero que me recuerden con alegria pues ese es mi ultimo deseo, que ellos avanzen con el pensamiento de que desde algun lugar que aun desconozco los estare acompañando.




OscuroWhere stories live. Discover now