•El diablo esta en los detalles•

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      Sin dudas la amaba mas que a nada en este mundo era la luz que impedia que la oscuridad me rodeara pero ver como se fue convirtiendo lentamente en un monstruo fue desgarrador, un alma que no merecia lo que le paso pero, nada es para siempre mucho menos la cordura.

     Su cambio no fue repentino habia indicios, claros indicios todo comenzo un 4 de julio en medio de los fuegos artificiales que se celebraban sin falta, nos habiamos mudado hacia un par de dias, era una casa agrabable de dos pisos tenia un bello jardin que habia sido mantenido cuidadosamente, al entrar te topabas con un largo pasillo de donde colgaba un candelabro, a la izquiera habia una puerta que te llevaba directamente hacia la cocina, era majestuosa aunque necesitaba un par de reparaciones, al lado derecho esta el comedor uno ancho donde estaba la mesa que recientemente habiamos comprado si avanzabas un poco mas llegabas a la gran sala de estar, habia un sillon en forma de L bastante comodo este estaba mirando hacia la television, detras estaban las escaleras que naturalemente llevaban al segundo piso donde se encontraban las habitaciones, habia solamente dos, la nuestra y una para nuestro futuro hijo, lo habiamos planeado todo, era una casa hermosa por la cual ambos habiamos luchado arduamente, estabamos orgullosos de nuestra familia. Los dias pasaron y el 4 de julio por fin habia venido, Darla estaba muy ansionsa por encender fuegos artificiales en nuestra casa, en nuestro vecindario, la noche comenzaba a caer y todo el mundo estaba haciendo los preparativos plantaron los fuegos artificiales en el jardin esperando que sea la hora de lanzarlos

—Freddie...

Escuche llamar para luego darme la vuelta, mi esposa tenia un rostro de panico total, no entendia claramente lo que estaba sucendiendo asi que rapidamente me acerque a ella tomando su mano

—¿Que sucede Darla?

No hablaba mas que para llamarme, algo habia sucedido lo primero que vino a mi cabeza fue que alguien habia entrado a nuestra casa para intentar asaltarnos asi que tome un bate de beisbol y corri en su busqueda lo hice por un buen rato, pero alli no habia nada ni nadie necesitaba explicaciones claras asi que tire el bate y me encamine hacia Darla nuevamente, poco a poco iba despertando de su shock

—Vi alguien, estaba husmeando nuestras cosas, las olia.

Lo que ella decia para mi no tenia ningun sentido, en la casa no habia absolutamente nadie mas que nosotros dos, ademas ¿Oliendo nuestras cosas? Era algo dificil de creer, pero ella necesitaba alguien que estuviera alli con ella, yo era la persona mas apta por supuesto, los dias pasaron y todo volvio a la normalidad cosa que poco a poco parecia romperse cada vez mas como si cada segundo que ella pasaba aqui estuviera rasgando un delicado tapiz que ponia al descubierto cada nefasto secreto sobre la casa en donde viviamos

      Caia la tarde y me encontraba solo en casa, Darla habia salido para hacer las compras estaba tranquilo tomando una cerveza y mirando la television de pronto escucho murmullos provinientes del segundo piso, no entendia bien que era asi que subi sin ningun pensamiento extraño en la cabeza al llegar obviamente no habia nada era todo mi imaginacion, pero me equivocaba si que habia algo, en el techo una mancha negra comenzaba a salir parecia humedad pero era imposible la casa habia sido remodelada y muy bien cuidada me acerque para tocarlo con mis manos, pero antes de llegar a hacerlo un grito resono en toda la casa era Darla baje rapidamente las escaleras buscando su presencia y la encontre en el umbral de la puerta principal inundada de lagrimas que corrian por todo su rostro desenbocando en su blusa

—¿¡Que sucedio¡? Cuentame.

Apenas podia articular una palabra asi que le di un vaso con agua y espere sentado a que se calmara no podia hacer nada y eso me frustraba de pronto se quedo en silencio mirandome se encontraba abriendo la boca para hablar

OscuroWhere stories live. Discover now