•Espacio•

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    Siempre me esforcé por ser el mejor en lo que hacía y la mayoría del tiempo lo conseguía, requería de verdadero esfuerzo y dedicación, me gustaba ser el sabe lo todo que todo el tiempo levantaba la mano para responder las preguntas de los maestros, tengo y tenía amigos todo el tiempo, no era ese tipo de personas que dejaba de lado su vida social debido a los estudios, era fiel creyente y la viva imagen de que se podía ser bueno en los estudios y tener una estable vida social, en fin, ¿A qué quiero llegar con esto? Pues todo ese esfuerzo me llevó muy lejos, entre a una universidad prestigiosa donde me especialicé en astrofísica, era un labor bastante fascinante y me agradaba mucho, realmente amaba lo que hacía, durante años trabajé en un observatorio, no hice ningún descubrimiento famoso, pero era bueno en lo que hacía por lo que todo era algo reconocido en ese ámbito, tenía compañeros de trabajo con los que salía a beber, un par de chicas con las que hablaba y a veces tenía algún que otro roce, todo eso me llevó a lo que siempre llamaré el principio del fin, pues aquí empieza la verdadera historia, la historia de cómo cabe mi propia tumba.

    Todo comenzó en el frío diciembre, me encontraba trabajando como lo hacía normalmente, vigilando la computadora cuando de repente me vino sed así que camine hasta un refrigerador que tenia cerca del que tomé una botella de agua que bebí rápidamente, fue entonces cuando escuche un pitido venir de la computadora, sin pensarlo dos veces corrí hasta ahi, la computadora había detectado algo, no podía creerlo, una sonrisa de oreja a oreja se formó en mi rostro cuando vi que uno de los satélites que estaban en el espacio captaron un extraño movimiento de algún extraño objeto que rondaba la vía láctea, con emoción llame a un reconocido centro de investigación que contento se pusieron manos a la obra, por mi parte analice todos los datos y logré llegar a un punto estimado donde se encontraba el objeto, anote todo en un cuaderno, estaba tan extasiado que no me di cuenta que ya era hora de retirarme, así que al mirar el reloj tome mis cosas entre ellas el cuaderno y me fui a mi apartamento, caminaba por las calles mirando el cielo, no había comenzado a nevar aún, pero pronto lo haría ya que no quedaba nada para que la navidad llegara, llegue a mi apartamento y entré, no era muy grande, pero aún así era muy bonito, tenia un par de gatos llamados "Moon" y "Star" ya sabrán porque, vivía solo por lo que mi hogar solo tenía una gran habitación, me considero una persona muy ordenada, la comida en el refrigerador estaba etiquetada y todo mi ropa en cuarto estaba ordenada por sección, deje todas mis cosas en la mesa y fui a cambiarme, me puse unos pantalones cómodos y una remera que me iba bastante larga, luego me dispuse a preparar la comida, camine hasta el refrigerador y tome unos fideos instantáneos, sabía que no era lo mejor para mi salud, pero no tenía ganas de cocinar algo altamente elaborado, así que puse agua a calentar y espere unos minutos para ponerla en el envase de los fideos y comenzar a disfrutarla, el sabor no era malo aunque dejaba mucho que desear, minutos después limpie todo y fui al baño a lavarme los dientes para después irme a dormir, no sin antes tomar mi medicación, toda mi vida tuve problemas para dormir así que fui con un doctor quien me recetó unas pastillas para dormir, al tomarlas quede mirando el techo por unos segundos y mis ojos comenzaron a sentirse pesados, entonces me dormí profundamente. Una sensación recorrió mi cuerpo y abrí mis ojos, no estaba en mi casa, si no que estaba en el mismísimo espacio, podría ver la inmensa cantidad de estrellas al rededor mío que me iluminaban, lo que era un poco inexacto, me podía mover así que comencé a caminar sin rumbo, sentía un extraño sentimiento de alivio, no podría describirlos con palabras, continúe caminando y una luz comenzó a acercarse hacia mi,  hasta que estaba frente a mi, no tenía forma, solo era luz, pero puede sentir como si quisiera hablarme, y la sensación de alivio cambio a una de intranquilidad, ya no quería estar ahí y la luz no se movía solo se quedaba parada enfrente, de repente no me podía mover, y lo sentí algo estaba detrás mio, algo que ni siquiera a me atrevía a ver, entonces desperté agitado con mucho sudor sobre mi, la cama estaba húmeda, me encontraba desorientado por lo que me levante rápidamente de mi cama y fui a lavarme la cara y cepillarme los dientes, luego fui a prepararme el desayuno que fue un simple cereal con leche que devoré en unos cuantos minutos, cambiandome velozmente fui al trabajo, allí habían varios colegas esperándome lo que fue una grata sorpresa, me felicitaron y dijeron cosas como pronto me darían el nobel y cosas así, lo cual por fuera parecía alegrame, pero por dentro me volvía totalmente loco de felicidad, pues era por lo que había luchado toda mi vida y ahora estaba casi en mi manos.

OscuroWhere stories live. Discover now