Capítulo 63

140 20 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tener un cambio de vida no es precisamente algo fácil a las personas no se les olvida lo que eras, y aunque vean con hechos que ya no eres el mismo que antes, siempre tendrán la duda y el reloj en cuenta regresiva esperando el momento en el que vu...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tener un cambio de vida no es precisamente algo fácil a las personas no se les olvida lo que eras, y aunque vean con hechos que ya no eres el mismo que antes, siempre tendrán la duda y el reloj en cuenta regresiva esperando el momento en el que vuelvas atrás. Ese ha sido mi primer gran obstáculo hasta ahora. Por fortuna cuento con mucho más que el apoyo de los familiares de Raisa a quienes ahora considero como míos, y cuando digo mucho más que con su apoyo me refiero a la confianza que hasta hoy han demostrado tener en mí, inclusive muchas veces más de la que yo mismo tengo.

No ha sido un proceso fácil, han sido años muy complicados y en los que por mucho amor que haya entre Raisa y yo, existen temas que nos suelen complicar un poco, eso sí; ambos sabemos que mientras exista amor y compromiso dentro de nuestra relación las cosas difíciles son solamente como olas del mar que a veces llegan con más fuerza, pero que después regresan y dejan un mar tranquilo.

Nada fue más difícil que la decisión de buscar a mi papá. Todos siempre dijeron o dieron a entender de que eran mi única familia, y yo mismo lo consideraba así hasta que el corazón de hijo volvió a resonar en todo mi ser, y me recordaron que tenía un papá terrenal. Siempre lo juzgué y culpé de todas mis desgracias, ya no podía hacerlo; no lo justificaba, pero lo entendía de cierta manera. Vivir en adicciones es un tema muy complicado y la misma persona se vuelve victima de ella misma.

Pasé mucho tiempo después de haber tomado la decisión de buscarlo, investigando en qué prisión estaba, habían pasado tantos años que nadie lo sabía. Inclusive su nombre que fue una de las primeras cosas que necesitaba, no lo recordaba. Tuve que ir y revisar en un acta de mi nacimiento para saberlo. Claro que sabía que se llamaba Víctor Rosman, pero necesitaba más, para poder encontrarlo.

«Víctor Fernando Rosman Padilla» leí en mi acta, necesitaba más que eso. Año en que lo detuvieron y el crimen bajo el cuál estaba. Todo eso tomó tiempo, pero al fin, inclusive casi estando a punto de rendirme Emilio lo encontró. Sus palabras en la boda de Margot fueron reales, así que gracias a gustos en común logramos establecer una bonita amistad que se estrechó cuando fue el primero en alzar la mano para ayudarme con la búsqueda de mi padre.

Debo ser sincero, todo el tiempo en el que lo busqué jamás pensé en la razón completa para hacerlo, sí, tenía claro que quería saber cómo estaba y decirle que lo perdonaba, ni siquiera sabía si él deseaba ese perdón o si quizás ni siquiera tenía conciencia de eso, o quizás peor aún, ni siquiera recordaba que tenía un hijo. Mucho más grande se hizo mi duda al saber que estaba pagando cárcel por asesinato. Todo el tiempo creí que lo hacia por haber agredido a mi madre, o por portación y distribución de drogas, pero no, todo indicaba que había sido condenado a treinta y dos años de cárcel por un crimen que cometió dentro de la misma cárcel. Según entendimos había sido condenado a más, pero la fiscalía pidió una reducción de años y en total fueron treinta dos, de los cuales le faltaba uno solo cuando yo lo encontré para poder salir en libertad por buena conducta y así terminar de pagar su crimen desde afuera. No tengo idea de temas legales, pero fue lo que entendí, mi cerebro se concentró únicamente en entender cómo era posible que mi padre hubiese pasado tanto tiempo encerrado por un asesinato, aunque al mismo tiempo lo entendía, yo pasé prácticamente cuatro por que la justicia se olvidó de mí.

Entre 2 billones de GalaxiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora