Raisa y Jacob, desde su infancia, son dos almas destinadas a encontrarse. Raisa proviene de una familia cristiana y Jacob de una familia con problemas de drogadicción y en dónde Dios, no ha sido precisamente algo más que una palabra.
A pesar de su...
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Decidir ir con Tito a la reunión a la que van las no fue fácil, pero más difícil fue el camino. Para Tito es nada, pero para mí lo es todo. No es cómodo recordar tu pasado, y mucho menos cuando aunque hayan sido buenos momentos, todo terminó convirtiéndose en un desastre.
Cuando hablo con mi tío dice que no se recuerda para nada de su niñez, en mi caso; yo lo recuerdo todo desde que tenía tres años. Hay muchos recuerdos dentro de mí e ir a la típica reunión juvenil trae algunos, no fue mucho el tiempo que asistí a la iglesia antes de que las cosas se pusieran peor de lo que estaban, pero allí estará Raisa y ella representa mucho.
Al llegar todos estaban con los ojos cerrados, Raquel entonaba algunas canciones y los demás los seguían. Se me hace muy difícil no notar de inmediato la presencia de Raisa, la reconozco hasta de espalda; no posee la figura delgada de Margot, ella suele ser más llenita.
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Un mes antes de que Jacob se fuera.
—Me dijo tú mamá que no has querido salir de aquí desde que regresaste de la clase de natación —dijo Jacob luego de subir a la casa del árbol.
—No quiero hablar Jacob —respondió Raisa en medio de un acaudalado llanto.
