Bestiales montañas florecen al asomarse en tu mirar, tu furia inquieta, y el fuego se encuentra con tu alma cada vez que hablas. Tu caminar es pausado, y pesado, preocupante es saber que no puedo deternerte, si me aparezco un ratito dirás "vete, no quiero verte"
La muerte no logra convencerte, me lo dijiste, pero no pude detenerme, aunque quise parar mis manos, ya no funcionaban, y tus palabras ya no podían sanarme, es mi rutina observarte, aún más cuando sin darte cuenta no paras de pensarme.