Hay una fuga que me apasiona y mis labios reclaman aquel acto tan sumiso pero lleno de rebeldía. Temor da pensar que aquello es lo que deseo y que mi alma busca tentar la poca dicha que tiene tu comportamiento.
Tocar es innecesario pero quiero saber cómo se siente, aunque mis lágrimas digan que por favor no lo intente. Y creeme que desconozco lo que es ser coherente, cada vez que pasas por mi mente.