lockscreen ✧ minjoong

seis

— ¿A qué te refieres con eso?

— ¿Cómo que a qué me refiero?,
ya te dije, estás raro desde la mañana. — Joong y mingi se dirigían a el aula de química, era una de las tantas clases que compartían juntos, a este punto parecía que tenían al mismo horario.

— Vuelvo a preguntar, ¿a qué te refieres con raro? — Dijo el castaño sin siquiera dirigirle la mirada, como le había estado hablando desde que salieron del autobús más temprano.

En ciertas ocasiones disfrutaba de las pláticas sin sentido y espontáneas de mingi, o que simplemente lo molestara amistosamente. Pero con todo el orgullo que tenía, no iba a hacer obvio este hecho.

— Hoy no has hablado mucho. — Soltó y por primera vez en el día el menor le había dirigido la mirada. Lo observó detenidamente con los ojos entrecerrados, como si lo estuviera escaneando, para volver a apartar la mirada.

— El raro eres tú, de cuando acá te importa si te hablo o no. — Esto ya había pasado, mingi comportándose extraño y joong tratando de descubrir el porqué, pero ahora era diferente, pues antes de llegar el castaño le hablaba como normalmente.

Ya habían llegado al salón, en esta clase cada uno tenía lugares específicos asignados así que estuvieron separados. La clase transcurrió como normalmente, al terminar joong se había apresurado en guardar sus cosas para alcanzar a mingi.

— ¿Es por lo que pasó en el autobús? — El menor se detuvo un momento a mitad del pasillo, como tratando de formular una oración, no salió nada así que siguió avanzando, aún sin mirarlo. — Eso es un sí.

¿Pero qué exactamente había sucedido en la mañana? De ser por el pequeño accidente antes de bajar Hongjoong es el que debía estar molesto, no había sido algo que le incomodó al pelirrojo, ¿será que a mingi le molesta que entren en su espacio personal? pensó.

Aunque no tenía sentido, varias veces mingi había pasado por alto el espacio personal del mayor, si le incomodara esto no lo haría con los demás.

Estaba vacío, habían llegado temprano a el aula.

Fue más el hecho de que olvidaron que había quince minutos libres entre esta clase y la anterior que puntualidad.

Por más incomodo que fuera se sentarían juntos, ninguno de los dos se habló por un rato, es como si hubieran regresado a cuando joong lo odiaba aún más.

— No vas a contarme por qué estás así, ¿verdad? — Insistió de nuevo, parecía que se estaba vengando de esas veces en que mingi no paraba de preguntarle algo.

— Últimamente estás muy interesado en mi, ¿no crees?

— No cambies el tema. — Golpeó el hombro del castaño levemente, aún así su mirada seguía en el suelo. Lo estaba evitando de cualquier forma, nunca se había comportado así, era distante.

— No es nada, sólo . . . — Hizo una pausa para tomar aire, ¿por qué se prepara tanto? qué tanto puede estarle pasando. — Me puse nervioso, ¿ok?, estabas muy cerca y así, me sorprendió es todo.

— Eso es todo por lo que estuviste tan serio hoy, ¿seguro que no hay nada más? — Es cierto que se había estado interesando más por mingi.

— Me avergoncé porque mi cabeza empezó a pensar cosas extrañas, estabas muy cerca literalmente me estabas respirando en la cara y cuando menos lo pensé ya tenías tu mano para tocarme el cachete y pensé . . . pensé que — Después de haber soltado todo eso sin una pausa de la nada titubeó, ¿a donde quería ir con eso? — ¿No sentiste nada cuando pasó?

— ¿Cómo?, ¿Debí haber sentido algo? — No estaba entendiendo, no captaba nada de lo que decía, joong sólo lo había visto como un accidente, no era para tanto.

Mingi tomó del cuello al pelirrojo, obligándolo así a estar cerca del rostro del otro, justo cómo estaban en la mañana. No había mucha diferencia de cómo había pasado, aunque esta vez mingi es quien estaba mirando detenidamente a hongjoong, y justo como él, levantó su mano para acariciarle la mejilla.

— Dime, joong. — Nuevamente tomó una pausa para hablar, esta vez se acercó a un costado del rostro del mayor, tanto para que sus labios estuvieran rozando la oreja del otro, sólo se aseguraba de que lo estuviera escuchando. — ¿No sientes nada?

Hongjoong se paralizó por un momento, estaba tratando de analizar lo que estaba pasando, tenia a mingi mirándolo fijamente a centímetros de su cara después de que el mismo lo evitó todo el día, se sentía intimidado. Antes de que pudiera hablar, su cuerpo ya había reaccionado, sus orejas comenzaron a sentirse calientes y poco a poco sus mejillas igual.

Sonó la campana, los quince minutos entre clases se habían acabado, joong apartó la mano del castaño y giró su cara en otra dirección en un intento de no hacer obvia su reacción, pero ya era tarde para eso, por más que se cubriera con las manos mingi ya lo había visto.

— Idiota.

— ¡¿Ves por qué estaba así?! — Dijo entre risas mientras sus compañeros entraban, la mayoría curiosos pues había un chico tan rojo como su cabello cubriéndose y el otro riendo en el fondo del salón.