lockscreen ✧ minjoong

tres

Todo estaba silencioso

Eran esos momentos en donde la clase decidía hacer sus actividades manteniendo el lugar pacifico.

Hongjoong no iba acorde con el ambiente del lugar, aunque por fuera se mostraba tranquilo al igual que los demás estudiantes, por dentro llevaba un debate consigo mismo demasiado intenso.

Mingi no le había hablado en todo el día, cosa que le debería ser positiva, sin embargo le preocupaba.

En la mañana al llegar a la mesa compartida no recibió su saludo por parte del castaño, o su habitual pregunta sobre el ánimo de joong.

No iba a admitir que le gustaba que mingi le hablara, así que llenaría su mente con teorías para nada acercadas a la realidad sobre la razón de su falta de comunicación.

"está planeando algo más para molestarme y tal vez aún no sea momento para ello"

"seguro está enfermo y trata de no hablarme para contagiarme

para nada, mingi incluso trataría de hablarme más"

Entonces, al igual que algunas semanas antes, levantaría su temblorosa mano para llamarlo dando pequeños toquecitos en el hombro del chico.

— ¿Pasa algo? — Habló el castaño casi susurrando sin siquiera voltear a ver a su compañero.

— Sí, contigo. — Soltó joong también susurrando. Mingi juntó sus cejas en confusión, trató de responder, pero lo único que salió de su boca fue un "¿ah?"

Hongjoong se había arrepentido de hablarle, tal vez era el único que pensaba que algo le sucedía a mingi y simplemente debería disfrutar del silencio.

Pero aún seguía preocupado por él, tal vez había sido demasiado grosero la última vez que le gritó porque seguía burlándose de sus dibujos en la clase de geografía.

— ¿Por qué no me hablas? — Susurró en la oreja del castaño, cubriéndose con su mano derecha, esperando a que los demás no lo escucharan.

A mingi se le había erizado la piel.

Arrancó la esquina de una hoja de su cuaderno y escribió algo en ella, enseguida le pasó la nota a su compañero, así podía seguir haciendo sus apuntes.

"Estoy molesto contigo."

"qué
¿por qué?"
Respondió al reverso de la pequeña hoja.

Hongjoong regresó en todo lo que había hecho en la mañana, recordó llegar a su mesa y pasar detrás de la silla de mingi, no recibió su saludo así que acomodó su mochila y sacó su lapicera. Después de eso, el castaño no había tratado de hablarle, entonces ahí se había empezado a preocupar. Durante la clase de geografía no había hecho ningún comentario sobre los extraños dibujos que hacía, y una clase después nos encontramos aquí, a joong tratando de figurar una razón por la cual mingi estaría molesto.

Mingi volvió a arrancar otro pedazo de papel, esta vez un poco más grande.

"¿Recuerdas lo de hace unas semanas?, te envié fotos porque dijiste que me pondrías de fondo de pantalla y no lo hiciste"

"obviamente no, ADEMÁS YO NO ACEPTÉ."

Entregó la notita esperando respuesta, pero no recibió nada.
Joong dirigió su mirada al castaño, notando así una expresión que no podía descifrar, ¿estaba decaído o algo así?

Al instante se sintió mal, tomó un poco de aire cuestionándose de nuevo lo que estaba a punto de hacer.

Sacó su teléfono de su bolsillo y buscó algunas de las fotos que había guardado antes. Momentos después encendió su celular encima de la libreta de mingi, mostrando una foto del mismo posando frente al mar.

No tuvo ninguna reacción en el chico, haciendo que hongjoong se preocupara, tal vez había sido demasiado tarde y ahora el castaño lo odiaba y jamás sería merecedor de ninguna palabra de mingi. El pelirrojo agitó su cabeza tratando de sacar esos pensamientos de su cabeza, pretendería que tampoco le importaba.

Tomó su celular y lo guardó de nuevo.

Minutos después la campana del receso había sonado, todos los estudiantes salían mientras joong seguía guardando sus cosas.

— ¿En serio estoy en tu fondo de pantalla? — Preguntó mingi sorprendiendo al pelirrojo.

— Sí. — Respondió monótono. El castaño aprovechó que hongjoong se encontraba distraído para depositar un pequeño beso en su mejilla, dejando paralizado al mismo.

— ¡Gracias por eso, lindo! — Gritó entusiasmado mientras salía corriendo del lugar antes de recibir alguna respuesta negativa por parte de su compañero.

Tal vez hongjoong se había equivocado, pero sinceramente no le había molestado y tal vez el rubor en sus mejillas esta vez no eran por el enojo, pero estaba seguro de que ya no debía dejarse engañar por cualquier expresión que mingi le hiciera.