Stick With Me (Dnf) ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ

10

Tratar de convencerse de que seguir siendo amigos era mejor para George acabó siendo mucho más difícil de lo que Clay esperaba. Se imaginó que desahogaría todas sus emociones en el reverso de su billete de avión, diciendo adiós al veneno del amor que le quemaba el corazón, y que simplemente seguiría adelante. Pero no. Era difícil tragarlo cuando George estaba tan cerca de él en el fotomatón. Sin embargo, Clay se negó a flaquear de ninguna manera, ya que consiguió que George volviera a hablar con él y finalmente pareció arreglar parte del daño de antes. Clay necesitaba seguir viendo a George de forma amistosa ya que era lo que su amigo 

quería.

"Por qué". Clay sacude la cabeza.

"Porque sí".

"Porque, ¿por qué?"

George se encoge de hombros, sacando lentamente el nudo de sus zapatillas. "Porque puedo, y tú eres el que me ha puesto tus asquerosos pies encima".

"Vale..." Clay empieza y aparta las piernas de las rodillas de George. "Soy el que reserva tu vuelo para Dublín, y necesito estar cómodo para hacerlo bien, George".

"No parece muy cómodo", dice George. Clay miró su postura desplomada; las piernas estiradas hasta la mitad del pasillo ya que ahora tenía que mantener los cordones de los zapatos protegidos. Tenía la espalda apoyada en el reposabrazos con un codo apoyado en él y el otro apoyado torpemente en la parte superior de la silla. Llevaba la capucha puesta para ocultar su pelo desordenado y, sinceramente, estaba bastante cómodo aquí.

"Hm, bueno, lo es". Eso hace que George se burle y se deslice hacia abajo en su asiento, apoyando su cabeza contra la pared blanca del aeropuerto. Como es el idiota que es, el teléfono de George murió. Se agotó la batería por dejar accidentalmente la linterna encendida toda la noche. Esto lo dejó con Clay siendo la principal fuente de diversión por aquí, lo cual apestaba ya que estaba tratando de hacer algo por él.

"¿Has encontrado ya algún vuelo para Nueva York?"

Clay suspira mientras rellena las pequeñas casillas de su teléfono. "No. Los únicos que he visto están reservados y los vuelos que se abren no salen hasta el día antes de la boda".

"¿Por qué no coges esos?"

"No quiero arriesgarme. Si uno se retrasa, podría retrasarse un día entero, y de todos modos no llegaré hasta el día de la boda", explica. George le lanza una mirada divertida y sacude la cabeza. 

"¿Qué?"

"Piensas demasiado".

"Vale, si no fuera porque pienso, no estaría reservando generosamente tu vuelo para salir de aquí. Se me ocurrió volver a comprobar la página web esta mañana, por si acaso. ¿Y qué has dicho?" incita Clay, levantando las cejas. George mira hacia otro lado y no responde durante unos segundos.

"Dije que era una estupidez...".

"Sí, lo dijiste. Así que cállate y deja que te use como escabel".

"No, no vas a poner tus sucias zapatillas...", empieza George mientras empuja el pie de Clay de nuevo al suelo. "¡Dream! Para."

Clay gime con fuerza y se sienta correctamente en su silla, encorvándose sobre su teléfono, y fingiendo que le costaba ver la pantalla. Podía verlo perfectamente, sólo quería probar un punto aquí. Sin embargo, George no cayó en la trampa y volvió a apoyar la cabeza en la pared con esa mirada muerta hacia el techo. En otras palabras, a George le importaba una mierda.

Así que Clay pasó al segundo plan. Suspiró y se removió en la silla, quedándose quieto un par de segundos antes de hacer un dramático movimiento hacia atrás y apoyar el codo en el reposabrazos. George lo mira por un momento, pero luego cierra los ojos. Muy bien, ¿quiere jugar así? Bien, Clay analiza a su amigo imperturbable durante un segundo más, y luego echa la espalda contra la silla con un gemido dramático.