Tarde de verano -ChanMin-

🍀3🍀

17 años después

— Soy un adulto independienteee~ Tururu~

Cantaba feliz Christopher con algunos pasitos raros, mientras cargaba también una caja grande pero no muy pesada que la dejó en el suelo.

Sonriente a más no poder y con orgullo, miró al completo la casa que le habían regalado por su cumpleaños número 25.

¿Quién le iba a decir que tendría su propia casa a tan temprana edad?

Fue totalmente inesperado que le dieran una caja pequeña, y que dentro de ella hubiera un par de llaves nuevas relucientes.

Él ya tenía un trabajo fijo, el cual esa fue una de las razones principales que sus padres tuvieron en cuenta antes de planificar el gran regalo.

Suspiró y asintió a la vez por varias veces sonriendo.

— Hyung, ¿dónde le dejo esto?

Alguien entró con otra caja, ya más pequeña pero con cosas pesadas y personales.

— Oh, esa llévala donde estará mi cuarto, ya sabes.

Su familia le estaba ayudando a bajar todas las cosas de la mudanza, y quien fue en dirección a donde estaría su cama y eso, era JiSung, su hermano menor.

El transcurso de sacar unos cuantos muebles y decoración además de ciertas cosas del trabajo, fue rápido y hábil, terminando antes del anochecer agradeciendo a sus padres y hermano por ayudarle.

Chan dió un suspiro, daba gracias a que el apartamento estuviera amueblado menos su habitación, ya que sus padres le querían dar también esa sorpresa. Y sí, ellos eran una familia adinerada por así decirlo.

Colocó alguna que otra decoración para que las paredes y los estantes no se vieran tan vacíos, eso fue lo último que hizo porque se encontraba cansado de cargar cajas y agacharse.

Se tocó los hombros al igual que su cabeza para moverla y hacerla crujir, un gran placer de la vida según él.

Estando ya solo en su propia casa, caminó tranquilamente a la zona común para relajarse y estar en el sofá, el cual haría de cama por ese día hasta la siguiente mañana que se la traerían.

Se percató de un delicioso olor a carne cuando ya estaba tumbado, y también de que su estómago rugió en busca de comida; no había ingerido nada en toda la tarde al estar nervioso de conocer su nuevo hogar.

Con una queja se levantó, ¿quién demonios estaría haciendo carne? Él también quería, en el frigorífico suyo nada más había de momento agua y... ¿Kimchi y bulgogi hecho a mano? No lo pensó y sacó ambas cosas emocionado, amaba mucho a su madre, tenía algo para comer.

Ya tarareando calentó un poco el bulgogi, le faltaría el arroz, pero eso era lo de menos en esos momentos.

El timbre le llamó la atención, no esperaba ninguna visita. Confundido fue a la puerta para abrirla.

— What's up brooo.

La voz de un eufórico coreano queriendo aparentar ser australiano, se escuchó, cosa que le hizo mirarle y sonreír en instantes después.

— ¡Lee MinHo!

Abrazó al chico que tenía delante sin esperar una respuesta, estaba feliz de que su mejor amigo le haya ido a visitar.

— ¿Todo bien? ¿Qué tal se siente no estar en la misma casa de tus padres?

Le devolvió el abrazo sonriente besando su cabeza, ellos tenían una gran amistad en la que había muchos actos tiernos de por medio.

— Bien, y me es raro, es mi primer día pero siento que tardaré en acostumbrarme. ¿Y tú? ¿Cómo es que estás aquí?

Se separaron para poder mirarse y que el australiano entrara en la casa del coreano para más comodidad.

— Me enviaste la dirección, y pensé en darte una sopresa el mismo día que te mudaras, osea hoy.

Rió suave mirando alrededor suyo, dándose cuenta de lo bonito que era el apartamento que le habían conseguido a Chan por su cumpleaños.

— ¿Estabas haciendo algo?

Preguntó, y seguidamente los pitidos del microondas se escucharon.

— La cena, tengo hambre y el olor a carne de uno de los vecinos no ayudaba mucho.

Explicó yendo a la cocina a sacar la comida, no podía aguantar más a que su estómago se llenara.

Lo que quedaba de noche, los dos mejores amigos estuvieron hablando de todo un poco, disfrutando de su compañía como siempre hacían estando juntos.