Tarde de verano -ChanMin-

🍀17🍀

Con pasos firmes, se acercó al menor quien dormía pacífico después del ataque de ansiedad. Se sentó en el colchón.

Observó a SeungMin, notando de inmediato el rostro de lágrimas sobre su cara, y la piel algo más pálida de lo normal.

¿Qué le había ocurrido? Se preguntaba Chan pasando con suavidad la mano contra la mejilla contraria.

No dudaba que había un acontecimiento de por medio que no sabía, el estado le delataba, y eso le preocupaba.

— Minnie...

Susurró viendo como este se movió ligeramente estando incómodo por la postura.

Kim, cansado de estar tumbado de hace dos días enteros, sus ojitos se fueron abriendo mientras soltaba unos cuantos sonidos inconscientes que su garganta producía. Al tenerlos completamente abiertos pero con la vista nublada, se fijó en Bang.

¿Cómo había entrado a su casa? Más importante aún, ¿él sabía de lo sucedido? No dió importancia a eso, ya que las lágrimas se adelantaron y cayeron por todo su rostro.

— Ya estoy aquí contigo, puedes descargarte todo lo que quieras. Yo seré tu hombro de apoyo, no dudes de ello, SeungMinnie.

El mencionado de por sí se encontraba sensible, y con esas palabras lo estuvo más, lanzándose a los brazos contrarios que le aceptaron de una para sentirse seguro llorando.

El abrazo duró casi media hora, estando ambos con una sensación cálida en el cuerpo entero.

— Mi... Mi abuela falleció. La única persona que tenía de mi familia, se fue al cielo.

Pudo pronunciar el menor en un hilo de voz tembloroso y cuando su llanto disminuyó, causando al mayor que sintiera un pinchazo en el corazón por la tristeza contraria.

— Mi más sentido pésame. Sé como se siente perder a alguien importante.

Su mano se deslizaba por la espalda del otro para que siguiera tranquilizandose en sus brazos.

SeungMin se alejó de forma sutil, pudiendo así observar a Chan, quien hacía lo mismo con una mirada preocupada un poco perdido en sus pensamientos.

— ¿Has estado comiendo bien acaso? Te ves como si no hubieras tocado comida por unos días.

Ante esa cuestión, se empezó a morder los labios bajando la cabeza nervioso. Tenía que mencionarle sobre su problema alimentario cada vez que los bajones le atacaban.

— Sobre eso... No me siento con ganas de nada. De vez en cuando me dan ataques de ansiedad, y dependiendo de si son muy fuertes o no, mi apetito baja considerablemente. Cuando mis padres murieron, estuve seis meses realmente mal, no comía ni bebía. Mi... Mi abuela llamó a urgencias cuando me encontró en el suelo tras un desmayo, por lo que me internaron en el hospital durante ese tiempo.

La historia del menor estaba tocando profundidad en su interior, tanto que sólo le escuchaba atento intentando no llorar.

— Por intravenosa me metían los nutrientes y vitaminas que necesitaba. Gracias a que me cuidaron ahí, pude salir y hacer mi vida normal poniendo de mi parte.

Soltó un suspiro subiendo la mirada pero la cabeza no, encontrándose a Chan con los ojos acuosos en su dirección.

El mencionado anteriormente, retenía las lágrimas que querían caer por sus mejillas al escuchar por lo que pasaba y pasó en la vida del menor.

— Uno de mis mejores amigos, Félix, ha estado en cada uno de mis bajones. Nos conocemos desde pequeños, y sabe absolutamente todo de mí.  Ahora mismo está de viaje con su novio en pleno campo sin cobertura. HyunJin, mi otro mejor amigo, está en un retiro espiritual...

Explicaba en un tono medio bajo, el cual cambió al escanear de arriba abajo a quien estaba a su lado para hablarle.

—Muchas gracias por venir y dejarme desahogar mis penas. En estas semanas me has enseñado a que te preocupas por mí, y eso ha hecho que mi confianza por ti creciera; tienes un hueco en mi corazón, hyung.

Con la última frase, sus cuerpos se unieron de nuevo en un cálido abrazo del cual no querían separarse.

La mente de Chan se mantenía en constante movimiento por las palabras de su menor.

¿Eso significaba que SeungMin también sentía ese tipo de sentimientos hacia él? ¿O solo lo consideraba todavía un buen amigo?

Sin duda, no se tenía que ilusionar tan rápido. Sus propios sentimientos ya los había analizando, y estos aún iban en incremento.