Capítulo 6.

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Namjoon me lleva a casa en coche. Cuando dejé de estar tan a la defensiva, dejó de ponerme nervioso. Mientras subo los escalones del porche, escucho que baja la ventanilla y me pregunta torpemente si voy a ir a la Fiesta del Fin del Mundo. No respondo. Ver todos esos muertos los ha impresionado bastante. Cada vez parece más un muchachito solitario y no quiero volver a decirle que se aleje de mí. Además, si tan telépata es, no tendría que preguntármelo.

Cuando entro en casa, pongo la mochila en la mesa de la cocina. Mi madre está picando hierbas para lo que podría ser la cena o uno de sus numerosos hechizos mágicos. Hay hojas de fresa y canela. Es un hechizo de amor o el principio de un pastel. Me ruge en estómago, así que me acerco al refrigerador para prepararme un bocadillo.

ㅡOye. La cena estará lista en una hora.

ㅡLo sé, pero tengo hambre. Estoy creciendo. ㅡsaco mayonesa, queso y mortadela. Mientras alcanzo el pan, pienso en todo lo que necesito preparar para esta noche. El áthame está limpio, aunque eso realmente no importa. No espero ver nada muerto, a pesar de los rumores del colegio. Nunca he oído de ningún fantasma que ataque a un grupo de más de diez personas. Eso solo ocurre en las películas de degolladores.

Esta noche se trata de adentrarse en materia. Quiero escuchar la historia de Jungkook, y quiero conocer a las personas que me van a conducir hasta ella. Porque, por mucho que Dae me contara -su apellido, su edad-, él no sabe por dónde ronda. Su única información es que está en la casa familiar. Por supuesto, podría ir a la biblioteca municipal y buscar la residencia de los Jeon. Algo como el asesinato de Jungkook tuvo que generar noticias. Pero, ¿Qué diversión habría en eso? Esta es mi parte favorita de la caza. Conocer a los fantasmas. Escuchar sus leyendas. Me gusta que crezcan en mi mente lo máximo posible y que, cuando los vea, no me decepcionen.

ㅡ¿Qué tal el día, mamá?

ㅡBien ㅡresponde, inclinada sobre la tabla de picarㅡ. Tengo que llamar a un exterminador. Estaba guardando una caja con pasteleras en el ático y ví la cola de una rata desaparecer tras uno de los tablones de la pared ㅡse estremece y hace gestos de asco con la lengua.

ㅡ¿Por qué no dejas que Tybalt suba allá arriba? Para eso sirven los gatos, ¿no? para cazar ratones y ratas.

Su rostro adquiere una expresión horrorizada.

ㅡNi hablar. No quiero que salgan lombrices de comerse una asquerosa rata. Llamaré a un exterminador. O puedes subir tú y colocar trampas.

ㅡClaro ㅡrespondoㅡ. Pero esta noche no. Tengo una cita.

ㅡ¿Una cita? ¿con quién?

ㅡAlguien de por ahí ㅡsonrío y sacudo la cabezaㅡ. Es para el trabajo. Esta noche hay una fiesta en una especie de parque con una cascada y tal vez consiga algo de información decente.

Mi madre suspira y continúa picando hierbas.

ㅡ¿Es simpática? ㅡcomo siempre, mi madre se está fijando en la parte negativa del asuntoㅡ. No me gusta que utilices a esas chicas todo el tiempo.

Me río y me siento de un salto sobre la barra, a su lado. Le robo una fresa.

ㅡHaces que suene fatal.

ㅡUtilizar para un propósito noble no deja de ser utilizar.

ㅡNunca he roto ningún corazón, mamá.

Ella chasquea la lengua.

ㅡTampoco te has enamorado, Tae.

Una conversación sobre amor con mi madre es peor que una charla sobre sexo, así que murmuro algo sobre mi bocadillo y me escabullo de la cocina. No me agrada la insinuación de que vaya a herir a alguien. ¿es que piensa que no tengo cuidado? ¿Acaso sabe lo que me cuesta mantener a la gente a distancia?

El Chico vestido en sangre <libro ¹> Adaptación Taekook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora