Dejame Quererte

Capítulo 26

POV MEGHAN

Abrí mis ojos con algo de pereza, al instante me concentre en mirar al techo, hoy descubría que esa sería mi pizarra, aquella donde organizaría mis ideas cuándo esté en la cama y no pueda dormir, aquella que vería todas las mañanas al despertar. 

Pero vale, que ponerme a pensar en "las mañanas" me pone bastante nostálgica, después de tanto tiempo hoy  es la primera vez que pienso en el mañana, es la primera vez luego de mucho tiempo que tengo una sonrisa en el rostro y unas inmensas ganas de levantarme, preparar el café y vivir un nuevo día. 

Me levanté de la cama y fui directo a la cocina, olvidé que no tenía comida, aunque sí había una cafetera y por supuesto café. Así que con bastante emoción comencé a preparar un café, tenía en mi maleta guardada la taza que papá me había obsequiado hace ya unos años. 

Bebí hasta la última gota de aquel delicioso café y me dirigí hacia el baño, siempre he pensado que una buena ducha puede limpiarte el alma, es un sentimiento cargado de compasión, como si cada pequeña gota de agua que se desliza por mi piel me aliviara el dolor y me sumergiera en abrazo que cura el alma. 

El sonido de este lugar absorbía mis sollozos y los remplazaba por suspiros de calma, el poder ver el vapor a causa de el agua caliente que salía y abrazaba mi cuerpo era una satisfacción enorme. Lo único que me hacía llorar era ver esas marcas nuevas que ahora estaban en mi piel y no desaparecerían por un largo tiempo. 

La ducha era un lugar sagrado para mi. 

Luego de salir de ahí decidí ponerme algo de ropa, me sentía demasiado insegura para ponerme un vestido, una falda me resultaba aún peor, así que sin más me coloqué un conjunto negro con un abrigo rojo que me llegaba hasta las rodillas. Me parecía algo elegante, adecuado para estar en Inglaterra, aquí todo el mundo vestía elegante. Me quedaba filipando.

Luego de lavarme los dientes y peinar un poco mi cabello rubio decidí salir a dar un paseo, se suponía que iría a una cafetería con un viejo amigo a las 12. Me daba el tiempo perfecto para pasear por la ciudad y pensar en todos los sucesos que pasaban en la vida. 

Me gustaba este lugar, amaba el ambiente de la elegancia y el escuchar a las personas con ese acento británico que tanto me volvía loca, nunca he comprendido mi obsesión y mi admiración acerca de otros lenguajes, simplemente siento que es increíble como cada pequeño humano puede hablar un idioma totalmente diferente. 

Me gustaría muchísimo aprender a hablar británico. Sé algunas palabras pero no es como que sea una experta, una de las razones por las cuales decidí venir acá fue la esperanza de no quitarme la vida y retomar una vida nueva, aprender el idioma hasta lo más profundo y pertenecer a este lugar.

Me asombraba lo bello que era todo, sus calles estaban repletas de personas que parecían bastante amables, sus construcciones eran grandes, todo me resultaba bastante hogareño, no podía contener las ganas de sonreír a cada momento. 

POV DARYL

Era mi primer día en Inglaterra y ya estaba sintiéndome terrible, seguía sin entender a qué se debía este jodido dolor a cabeza, sentía unas fuertes pulsadas  que no paraban de torturarme, también tenía el estomago revuelto, soy medico y no puedo saber lo que ocurre con mi propio cuenta, increíble. 

Comenzaba a cansarme de tocar la puerta de Meghan y que ella no respondiera. Al parecer conquistarla sería más difícil de lo que creí, ella no se dignaba a verme.  En momentos como estos era donde me cuestionaba si fue lo correcto dejar todo por ella. 

O eso pensaba hasta que las puertas del elevador se abrían revelando a mi hermoso ángel luciendo más hermosa que nunca. Ese pantalón de vestir se ajustaba perfectamente a sus caderas y hacía lucir sus curvas, su blusa negra tenía un escote pronunciado que llamaba la atención de mi vista en un dos por tres y aquel abrigo rojo que llevaba la hacia llamar la atención. Mía. Ella era sólo mía.