PRÓLOGO

341 25 6
                                    

Todo el mundo pensaba que lo que realmente necesitaba en ese momento era un abrazo, unas palabras de consuelo... Pero lo que realmente necesitaba era huir de todo, irme de ese sitio que tantos recuerdos me traía. 

Realmente necesitaba irme de allí, aunque no fuera con la persona que yo quisiera estar y mucho menos con alguien que hacía tantos años que no veía, pero necesitaba irme. No soportaba ese dolor que se instaló en mi pecho y esa tristeza que inundaba mi cuerpo por completo a todas horas.

Mientras miraba por la ventanilla del avión, pensaba en todo lo que había perdido y en todo lo que no volvería a ver.

Echaría de menos mi pequeño pueblo, las mañanas nevadas, mis amigas, mi casa tan acogedora que siempre me había gustado y que ahora sólo era un recuerdo de todo lo que había perdido y un dolor constante...

Echaría de menos los paseos por el lago y la casita del árbol del jardín, echaría de menos a mis padres y sus risas en casa mientras intentábamos ver a través de una manta en la cabeza las películas de miedo, los días de Halloween en el colegio y las noches de hogueras con todo el pueblo.

Ahora todo eso eran recuerdos reducidos a nada porque no volvería nunca y nada volvería a ser como antes.

Por ti siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora