HANNAH
Pasar el día con Claire en el centro comercial había sido como un pequeño "chute" de alegría en mí. Habíamos ido a un montón de tiendas, le había ayudado a elegir un vestido que necesitaba para ir al bautizo de su sobrino, habíamos comido en un restaurante japonés que me había encantado, estuvimos hablando de todo un poco y resultó no ser nada incómodo, me preguntó cosas sobre mí y me contó cosillas y anécdotas de mis padres. De la manera que me las contaba hacía que no sintiera esa tristeza y ese dolor que tenía siempre que hablaban de ellos. Claire parecía que me entendía, no trataba el tema como todo el mundo... Sabía cómo decir las cosas para que no dolieran ni volvieran a mi los recuerdos malos. Me recordaba mucho a mi madre.
Después fuimos a por un batido, me llevó a la peluquería y a hacernos las uñas. Me hicieron la manicura con un tono rosa palo y la pedicura francesa, después nos lavaron el pelo y me cortaron las puntas. Al final, por insistencia de las peluqueras y de Claire, me recogieron el pelo en una coleta alta y me rizaron las puntas en ondas desenfadadas. Esa tarde me lo pasé bien, y no me consumí en el dolor que había estado sintiendo de forma constante durante 3 meses.
Cuando llegamos a casa era casi la hora de la cena. Claire fue a guardar la ropa que se había comprado a su habitación y yo me dirigí a la mía con unas botas que me habían gustado y ella había insistido en comprarme. Coloqué las botas en el vestidor y bajé para reunirme con ella, que me había dicho mientras veníamos de vuelta que si veíamos una película juntas.
Pero cuando bajé no me encontré con Claire, sino con Jake sentado en la barra de la cocina con una cerveza en la mano, mientras miraba su móvil.
Anoche me había sentido muy incómoda, no quería que me viera, me di la vuelta para volver a mi habitación hasta que Claire bajase. No me había visto, así que podría irme sin problemas. Pero mi plan falló cuando de repente levantó la mirada de su móvil y la clavó en mí, no dijo nada, por lo que me di la vuelta para no tener que estar con él y escapar así de la incomodidad de la situación.
-Espera no te vayas- me dijo con un tono suave.
¡Joder! Vaya mierda de plan...
No sabía qué esperar de una conversación con él, pero no quise parecer una borde. Me giré y esperé que continuara. Abrió la boca pero después la cerró sin decir nada.
-Anoche , no quise...- pero el mismo se cortó-¿ qué tal el brazo?- dijo al mismo tiempo que se levantaba de la banqueta e iba hacia la papelera para tirar la lata de cerveza.
Yo estaba un poco confundida ante su actitud. ¿Por qué quería hablar y no hablaba? Yo soy muy clara...
- Bien- dije en un tono frío, que él notó por la mirada que me echó.
En ese momento entró Claire, que nos miró a uno y a otro alternativamente. Jake me rodeó, y lo hizo tan cerca de mí que me aparte para evitar que me rozara.
Me giré justo para ver su espalda salir de la cocina y al escuchar un pitido me di la vuelta de nuevo y me encontré a Claire delante del microondas sacando las palomitas para la película.
- Espérame en el salón, cielo- me dijo mientras sacaba un bol de un armario.
Me fui al salón y me senté en el sofá. Ella apareció minutos después cargada con las palomitas, un cuenco con regalices rojos y dos refrescos. Decidimos poner Titanic, la película más mítica de todos los tiempos, pero cuando me lo propuso parecía tan entusiasmada que no quise negarme. En la escena en la que Jack conoce a Rose una voz nos interrumpió.
-En serio ¿ estáis viendo esto?- la voz de Jake dejó en un segundo plano la escena de la película.
-¿Quieres verla con nosotras?- le dijo su madre que estaba a mi lado.
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Por ti siempre
Teen FictionHannah se muda a Nueva York tras la muerte de sus padres. Esta obligada a irse con su tutor legal el empresario John Thomas, quien tiene un hijo con el que Hannah tendrá que lidiar y que aunque lo niegue le pone muy nerviosa. Ella arrastra mucho do...