Mi omega

CAPITULO TRES. SECRETO

–¿Y bien?— preguntó curiosa

–¿Recuerdan al tío Leopold?— asentimos, mi tío Leopold fue el entrenador de mi madre cuando era una niña, y es ex de mi tía Cora, aunque es igual de especial que mi tía –Viene en camino— sonreí feliz

–¡¿Enserió?!— preguntó emocionada

–¡No puede ser!– grita Aiton –¡No!, me niego, Alexis no esta para que el llegue a estresar– río

—Tu eres el que se estresa, mi tío es un amor— bufa

–Si claro, a ti no te esta molestando todo el tiempo, ¡no es justo!– grita

—¿Cuándo llegará?— preguntó ignorando los quejidos de Aiton

—Mañana, me pido que no dijera nada, quiere que sea una sorpresa para tu padre y para mi esposo— sonríe —Me pidió que lo ayudarán a organizar una pequeña reunión, así todo estarán cuando llegue y hará su show— sonrió feliz de saber que será una reunión interesante, ya podía imaginarme a mi padre y a mi tío Alexis –Por cierto Aiton, dijo que si quería que te dejara fuera, que lo ayudaras a reunir a todos, en especial a tu padre y a tu tío-- este frunce su ceño

--¿Me esta comprando?-- mi tía se encoje de hombros

--Yo solo paso el mensaje-- podía ver como mi tía disfrutaba ver como Aiton se debatía si aceptar o no, porque al final el también saldría perjudicado

--Bien, lo hare, pero si veo que intenta algo lo mato-- amenaza

--Si, si lo que digas, ahora ¿Cuándo me dirías que estabas lista para transformarte?-- no se porque me sorprendo 

--¿Cómo lo sabes?-- pregunto 

--Puedo ver tu corazón y cuerpo en paz, listos seria la palabra correcta-- sonríe con cariño --Me alegro que al fin lo hagas-- mira a Aiton --¿Crees que me puedas ayudar a recolectar algunas hierbas?-- recordé las palabras de mi madre

--Yo te ayudo-- digo rápido 

--¡Genial!-- se levanta --Mientras tanto, Aiton te diré sobre algunos tés para las nauseas-- suspiro --Por cierto la canasta esta en la salida, ahí esta la lista de las hierbas que necesito-- los veo desaparecer por la casa

Salgo por la puerta trasera y ahí esta la canasta, miro el interior, guantes, tijeras, pala, una navaja, unos cuantos frascos y la lista de las hierbas. Me adentro al bosque, sabia donde encontrar todo, mi tía nos había llevado en algunas ocasiones a ayudarla a buscarlas, aunque Aiton era el que mas fácil las encontraba por su mejor olfato, por eso muchas veces Aiton era el que hacia eso favores.

Lo que a mi madre y Alexis no les gustaba, ya que algunas de estas hierbas se encontraban cerca de barrancos o en zonas donde los Alfas eran vulnerables por su olfato, por eso razón era mejor que fuera otra persona que no tuviera un gran olfato como el de los Alfas.

Algunos kilómetros después había decidido dejar las hierbas mas fáciles de encontrar al final, sabia donde encontrarlas, así que me fui por las mas difíciles. Mire el enorme árbol, sus raíces sobre salían, así que deje a un lado la canasta tome algunas cosas que venían en esta, me metí entre las raíces del inmenso árbol, y comencé a buscar, no tarde mucho cuando la encontré, tome una pala y la tome con cuidado, agradecí a la tierra por haberme dado la oportunidad de tener esta planta, como mi tía me había enseñado.

Había conseguido unas cuantas, seguí por un sendero algo feo, camine con cuidado tratando de no tropezar con nada, atravesé algunos arbustos hasta que vi un barranco, me acerque mas al barranco, donde tenia una magnifica vista, suspire al quedar hipnotizada ante la vista, las montañas rodeaban la zona,  tantos arboles que llenaban la desnudes de las montañas, el sol en lo mas alto de una de las montañas, podía ver la manda, aunque estaba algo escondida, la vista es magnifica he hipnotizante. Me acerque un poco, viendo algunas aves volar, alguna otra mariposa cerca,  tantas flores de tantos colores, era magnifico como estábamos en la primavera, casi podía imaginar como seria en otoño o en invierno, y me hacia desear volver en aquellas estaciones para apreciar aquella magnifica vista, ver como aquellas hacían su magia, me prometí hacerlo, prometí volver, ver como cada estación hacia que aquella vista fuera única en su tiempo.