UN DÍA MÁS. CAPITULO CINCO

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--No puede ser-- Dijeron a la vez mi padre y mi tío Alexis

--¿Les gusto la sorpresa?-- pregunto alegre mi tío Leopold

--Creí que nos habíamos desecho de el-- susurro mi tío Alexis

--Creí lo mismo-- Mi madre fue la primera en darle un abrazo de bienvenida

La tarde se paso entre risas y quejidos por parte de mi padre y mi tío, estábamos en un ambiente que me hacia recordar aquellos días cuando era una niña; Aiton estaba sentado en una de las tantas sillas mientras Alexis estaba sentado en sus piernas desde que se habían emparejado era común verlos así.

Era agradable ver a todos convivir como siempre, como si no hubieran pasado los años. Luisa hablaba animadamente con mi Damián, ambos se llevaban muy bien desde que éramos unos niños, los dos habían tenido una conexión única, se podría decir que ambos tenían mejor relación de la que llegaba a tener con el.

Todos charlaban animadamente con alguien, aunque mi padre y mi tío Alexis no tanto; no podía evitar reír al ver las peleas tontas que tenían con mi tío Leopold. Mi mirada fue a lo lejos de todos, donde se encontraba Ady mirando a nuestra dirección, pero alejada de todos.

Su mirada conecto con la mía hice una señal para que viniera, pero negó suspire al saber que no lo haría, me levante tome una silla cerca de ella, no quería que estuviera sola porque al final era algo habitual en ella cuando algo no le agradaba; así que era mejor que me acercara y no la dejara sola.

--¿No te diviertes?-- pregunte aun sabiendo la respuesta

--No, prefiero estar en silencio--

Nunca la presionaría a convivir, porque entendía que era una etapa en la que casi todos los lobos llegaban a pasar, en los primeros años donde decidían en ser completamente de la manada había una etapa donde los lobos eran como adolescentes, sus hormonas se descontrolaban, algunos lo llegaban a tomar como Damián que salía convivía con todo, hasta llegaban a estar con distintas personas, mentiras otros como Ady preferían la soledad, era mas satisfactorio o solo lo hacían porque sus lobos preferían esperar a la llegada de su mate.

--¿Quieres hacer algo después?-- le pregunte, me miro esperando a que continúe --Puedes quedarte esta noche y no se podemos pedir una pizza y ver algunas pelicular... podemos ver un maratón de pelicular de la Bella y la Bestia--propongo

--Nos unimos-- miro a Luisa y Damián

--¿Qué?-- pregunto confundida

--Nos unimos-- dice

--¿A qué se unen?--mire a Alexis quien traía un plato con algunas botanas

--Harán una pijamada-- explica Damián

--Me uno-- dice sonriendo mentiras comía una papa

--¿A que nos unimos?-- pregunto Aiton

--Pijamada--

Pues ya no puedo decir nada lo único que me queda hacer es mirar a Ady con pena, creí que de esta forma no estaría tan estresada por la visita de mi tío, al final a pesar de que quise cancelarla no puede.

Así que aquí estábamos, en una habitación especial donde hacemos pijamadas desde que éramos niños; todo el piso de la habitación estaba hecho de colchones muy cómodos, al igual que había un proyector para poner películas o series.

Todos estaban tirados en el suelo estos éramos Damián, Luisa, Alexis, Aiton, yo, Ady y por supuesto no podía faltar Santiago ah y también Lili, no me agrada mucho a decir verdad; Lili es una chica la cual cuando era una niña mi madre rescato, ambas se tiene un cariño especial, pero a mi no me agrada no se la razón pero siento que sus intenciones no son buenas.

Mi omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora