Kuromaya

Familia Tendo(1)

Estamos contigo, siempre
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"¿Qué pasa si las otras chicas son malas mamá?"

Se pararon frente a una prestigiosa escuela de danza para niñas pequeñas que buscaban comenzar su viaje para convertirse en chicas de escenario. Y la rubia de aspecto temeroso frente a Maya, era su hija María de 3 años. Ella había adoptado los ojos y el peinado de Maya, pero su cabello era de un hermoso color rubio brillante, como su madre. Incluso a una edad tan temprana, María se portaba bien y ya hablaba un japonés perfecto, así como un poco de francés que Claudine le había enseñado.

María había sido llevada a uno de los espectáculos de Maya y Claudine cuando tenía 3 años y después del espectáculo proclamó que quería hacer lo mismo que ellas. Con los ojos muy abiertos se miraron el uno al otro, pero la mirada se derritió rápidamente y asintieron con la cabeza a la niña, quien se iluminó al instante. En retrospectiva, no deberían haberse sorprendido, ella era la hija de los dos actores más renombrados de todo Japón.

"Va a ser un viaje duro y largo patito, ¿estás seguro?" preguntó Maya, poniéndose en cuclillas y apoyando una mano en el hombro de la rubia más pequeña.

"Si eso significa que puedo ser como tú y Maman, ¡adelante!" Maya sonrió suavemente al ver esa chispa que vio en el ojo de Claudine durante sus audiciones de Seisho.

"Muy bien patito, si esto es lo que quieres, te ayudaremos en todo lo que podamos".

Maya se rió entre dientes y se agachó para encontrar el nivel de los ojos de su hija acariciando suavemente su cabeza.

"Habrá algunos que se opondrán a ti, María, pero no les hagas caso. Si lo haces, solo te arrastrarán hacia abajo".

"¡Quiero que vengas conmigo!" María se quejó y saltó sobre Maya y envolvió sus brazos y piernas con fuerza alrededor de Maya, haciendo que la morena se tambaleara hacia atrás debido a su posición. Años de práctica le permitieron a Maya mantener el equilibrio y ponerse de pie con la pequeña rubia en sus brazos.

"Por mucho que quisiera, no puedo, patito. Pero..."

Maya baja a la niña y limpia las pequeñas lágrimas que amenazan con salir de sus ojos.

"... Date la vuelta María, quiero darte algo".

Haciendo lo que le dijeron, María le dio la espalda a Maya. La morena alcanzó detrás de su cabeza y tiró de uno de los hilos de su cinta, desatándolo fácilmente. Maya sostuvo la cinta aún perfecta después de todos estos años en su mano por un momento, recordando todos los recuerdos que tenía esta cinta.

Con elegancia, ató la cinta al cabello de María, tal como lo había hecho con su cabello durante años.

"Esta cinta ha estado conmigo desde que tengo memoria. Mientras la uses, siempre estaré contigo". Una vez que terminó de atarlo, María se dio la vuelta y miró a Maya con asombro, agarró las mejillas de la pequeña rubia y las acarició con amor.

"Eres Maria Tendo, la hija de Maya y Claudine Tendo. Está en tu sangre ser fuerte y superar los obstáculos que enfrentas. Eres mi patito, y eres el orgullo y la alegría de Maman, siempre lo seremos". contigo y apoyarte, pase lo que pase".

Maya atrajo a su hija en un fuerte abrazo.

"Te amamos con todo nuestro corazón, ahora ve y muéstrale a las chicas malas que no eres alguien con quien jugar, ¿entendido?" Maya dice y Maria se aleja, con la característica sonrisa competitiva de Claudine en su rostro.

"¡No te preocupes mamá! ¡Se los mostraré a todos y haré que tú y mamá se sientan orgullosos!" María proclama. Maya se ríe y alborota el cabello de las chicas.