Kuromaya

Fugitivo Cumpleaños Maya

"Entonces, ¿cuándo te vas a confesar con ella?" Futaba espetó de la nada mientras ella y Claudine pasaban el rato en la habitación de Claudine. Los ojos de Claudine se abrieron como platos e inmediatamente hizo callar a la chica de cabello rosado.

"¿¡Qué pasa si Tendo Maya escucha eso!?" claudina suspiró. "Quiero que sea una sorpresa para ella. Y lo más importante, íntimo. Sería una tragedia si siente que tiene que aceptarlo para evitarme la vergüenza".

"Lo siento, Kuro".

"No, no. Está bien", Claudine le sonrió a Futaba. "En realidad, quería preguntarte algo".

Futaba se recostó en la cama de Claudine, con la cabeza apoyada en una almohada mientras cruzaba las piernas. "Disparo."

"¿Cuál es la mejor manera de confesarse a alguien en privado en su cumpleaños?"

24 de julio.

Y Saijo Claudine estaba preparada. 

"Presente listo y he colocado la carta dentro de la caja", se rió Claudine. "¡Magnifique! ¡Me he superado a mí mismo!"

Claudine agarró la caja de regalo que estaba envuelta en papel de regalo morado con diseños de tiaras del suelo y la colocó sobre su cama. Antes de cerrar la puerta, ella le sonrió.

"Tendo Maya mejor trae una caja de pañuelos, porque mi carta será muy, muy emotiva".

A medida que pasaba el día, Claudine seguía mirando a Maya. Los espectadores podrían pensar que solo está siendo ella misma, celosa del resplandor de Maya y todo eso. Pero hoy, la mirada de Claudine era tan dura que tal vez podría hacer un agujero en la parte posterior de la cabeza de Maya. Futaba se dio cuenta y se rió hasta que Claudine volvió la cabeza hacia ella . Futaba ya no se reía de ella.

La campana sonó antes de que Claudine casi maldijera a Dios mismo. 

Corrió de regreso a su habitación, se quitó el uniforme y agarró el regalo con tanta violencia antes de correr a la habitación de Maya. Se aclaró la garganta antes de llamar a su puerta.

"Tendo Maya, creo que tengo algo para tu cumpleaños".

Ninguna respuesta. Volvió a llamar.

"¿¿Tendo Maya??"

Sin respuesta de nuevo. Ella volvió, ¿verdad? Claudine llamó más fuerte. Apretó la mandíbula cuando abrió la puerta sin llave.

" ¡ Enculer ! ¿Tengo que abrir tu puerta también-"

Claudine abrió la puerta y fue recibida por un silencio absoluto.

"¿Eh?" Ella entró. "Tendo... ¿Maya?"

Miró alrededor de la habitación vacía, el regalo todavía en su mano. "¡Será mejor que no te escondas!"

"¿Kuro-han?" Al escuchar una voz familiar, Claudine giró la cabeza para ver a Kaoruko. "¿Dónde está Tendo-han?"

"¡No sé, ella no estaba aquí cuando entré!" Claudine miró el presente. "¿Crees que sus padres podrían haber-"

"¡¡Ahhhh! ¡¡Tendo-san no está!!" Karen gritó desde la sala de estar. Kaoruko y Claudine se miraron antes de correr hacia allí. Karen parecía angustiada. La pobre chica parecía que estaba a punto de llorar.

"Karen-chan, está bien…" Mahiru trató de consolarla. "Tal vez ella está dando un paseo."

"Pero, pero, ¿cuándo volverá? ¡La fiesta sorpresa!" Karen volvió a llorar.

Ah bien. Claudine casi se olvida de la fiesta sorpresa que le habían organizado debido a su propia sorpresa que había planeado. 

Pero el invitado de honor no se veía por ninguna parte.