Causa efecto

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El tan ansiado sábado había sido apartado por nuestros homosexuales jóvenes para pasar la tarde juntos. Apenas habían dado las once del medio día cuando León, recién salido de su agradable baño mañanero, vestido con un glamuroso outfit, ya había dado el primer golpe a la pared, anunciando que ya estaba listo.

- ¡No jodas, apenas me voy a bañar! - se escuchó el grito amargo de Sandman desde el otro lado, haciendo reír al menor. Él aún así ya iba saliendo, sabía que su mayor se acababa de despertar apenas hace una media hora y le invadía la curiosidad por verlo desaliñado y modorro. Atravesó la sala color canela con naturalidad, viendo la espalda de su padre engarrotada en la cocina, la televisión encendida reproduciendo un programa sobre veterinaria y el cuidado de los osos, seguramente siendo observada por su castaña menor.

- Voy con Sandy, pa'.

- Está bien, hijo, vuelve para cenar - le habló sin quitar su mirada de la complicada arte visual de un osesno que plasmaba con fruta en el plato de desayuno de Nita. Su hermana tenía déficit de atención, aquello obstaculizaba muchísimo su conducta en la escuela al ser una niña distraída e hiperactiva a más no poder, por lo que al llegar el lunes con una increíble boleta de calificaciones con nueves y ochos, fue suficiente motivo para que su padre consintiera su esfuerzo durante toda la semana con divertidos desayunos y salidas por la tarde a cualquier destino que le pidiera esa tierna ojirroble.

León salió con un pantalón de mezclilla clara holgado, una camisa verde con una manga amarilla y la otra azul, una hermosa sonrisa y sus inefables ojos de oro. Tocó la puerta sin aceptar un "espera" como respuesta.

- Espera - fue la contestación que recibió. Listo para desafiar la autoridad de su mayor, sacó el clip que guardaba en el bolsillo de su pantalón, atracó la perilla de la puerta de su querido vecino y abrió como si fuera su misma casa.

- Llegué - aquel "espera" era con una buena razón. Nada más entrar, sus ojos fueron profanados por la desnudez de su mejor amigo, quien era apenas cubierto por una toalla magenta al rededor de su cintura, recién salido de bañar, con el cabello empapado y goteante, al igual que gotas resbalaban por su torso y brazos - ¡Mierda! - usando ambas manos, se cubrió con timidez sus ojos, privando su vista de tan sugestiva escena, pero sus mejillas ya delataban aquella vergüenza al teñirse de un muy notorio rojo. 

- Te dije que esperaras - le arremetió el contrario con voz ronca y relajada, quien no se veía avergonzado ni mucho menos disgustado, es más, buscaba la mirada de León sobre él. 

- ¡No esperaba que estuvieras en pelotas!

- Ya te había dicho que suelo andar desnudo por mi casa - caminó hacia su menor a pasos lentos, cerrando la puerta que no había sido cerrada aún, acercando su cuerpo al cohibido castaño que aún mantenía bien cubiertos sus ojos, muerto de vergüenza.

- Te siento cerca.

- Estoy cerca.

- ¿Qué haces?, ve a vestirte - Sandman sonrió con soberbia.

- ¿Por qué? - León tenía una crisis, descubría lados de su mente que no sabía que existían. Se sentía extrañamente bien estar a la merced de ese idiota de pelo morado, ¿Por qué era tan agradable sentir a Sandy así de cerca?, ¿Por qué quería cerrar la distancia de entre sus cuerpos? ese imbécil siempre lograba sacarlo de sus casillas.

- Porque no puedo verte desnudo.

- No estoy desnudo, me cubre una toalla.

- ¡Sabes a lo que me refiero! 

- Vamos, León - puso su mano en las ajenas, haciendo el ademán de bajarlas, de quitarlas de privar su vista y se atreviera a ver aquello que su moral le decía que no. El menor aflojó aquel sostener, dejando que su mayor le apartara las manos de los ojos, pero estos aún los mantenía cerrados, provocando una risa en el contrario - ¿No quieres ver? -

El Chico De Mis Sueños [ Leondy ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora