Dos horas más tarde Eva se encontraba duchándose y despojándose de la presión con el calor del agua y del vaho, mientras ella absorbía el ardor del vapor y sus poros se abrían por completo, Miguel y Nicolás tenían una conversación sobre su nueva inquilina. Ella no tenía la oreja puesta en la conversación ya que el puro poder sensorial del tacto la mantenía en un éxtasis en el que no existían más sensaciones. Ni siquiera pensaba en ese primer contacto con un vampiro ya que los monstruos como ella tenían un descontrol ante los sentidos, un descontrol animal. Pero no un animal cualquiera sino una loba, a veces no podía diferenciar entre sus instintos y sus razonamientos.
Al salir de la ducha con la toalla bien sujeta abrió la puerta y Nicolás estaba esperándola, se había cambiado de ropa, ahora llevaba un traje negro y modesto que parecía recién comprado.
Me dejas pasar- dijo ella.
Claro pero antes...- sonrió pícaramente.
Ahora vuelves con tus jueguecitos.
No son juegos- guiñó un ojo-. Bueno, era para darte una cosa.
Prosigue- las gotas de agua de su cabello caían por su rostro.
Miguel me ha convencido, mejor dicho, hemos decidido que deberías saber más sobre todo esto.
¿Con esto te refieres al ritual?
Al ritual y a todos los seres que existen en este mundo, no puedes ir sorprendiéndote cuando veas a un vampiro- empezó a rebuscar en el bolsillo de su pantalón-. Así que disfruta aprendiendo Eva.
Le dio una llave.
Detrás de la casa hay un sótano, está cerrado con llave, pero ahí abajo hay una pequeña colección de la historia de todos los monstruos.
¿Te has cansado de mis preguntas?
¿Y tú de las mías? - el chico se dio la vuelta y se acercó a las escaleras.
¿A dónde vas? - dijo sintiendo que el chico volvería a estar de mal humor.
Vístete antes de bajar al sótano, que suele hacer frío- aunque ella no lo vio Nicolás bajó las escaleras sonriendo.
Eva fue rápido a su cuarto, con la llave en la mano, la dejó en su mesita de noche y se vistió rápidamente con ansias de por fin poder resolver todas sus dudas.
Ya vestida con unos vaqueros ajustados y un top negro, bajó corriendo las escaleras y se dirigió a la parte de atrás de la casa y como le había dicho con pocas palabras Nicolás, había dos puertas de madera en el suelo pegadas a la pared exterior, tenían un candado y la llave como era de esperar abrió las puertas. Había 9 escalones que al bajarlos la llevaron a ese sótano del que hablaba Nicolás, olía a polvo, vejez y tiempo; fue tocando la pared hasta encontrar un interruptor, cuando la bombilla se encendió dejó ver una pequeña sala, cuatro paredes con estanterías repletas de libros, una mesa en el centro donde más libros estaban amontonados en una esquina y por último había un sillón individual marrón de color marrón.
Ella no sabía por dónde empezar, dejó la llave en la mesa y se acercó a la estantería de la izquierda, había libros sobre brujos, licántropos, hadas, banshee...
Pero decidió empezar por los vampiros, para poder saber con quién estaba compartiendo casa.
Cogió uno con la portada roja y desgastada, al abrir el libro el polvo la hizo estornudar, se titulaba "Vampir".
Los vampiros son criaturas que mucha gente cree saber cómo son, series, películas y leyendas han inundado a la humanidad, pero lo cierto es que nunca han acertado del todo. Son monstruos muertos que tienen como dieta la sangre humana, causantes de matanzas por hambre, que poseen la vida eterna, velocidad mejorada, gran fuerza, sentidos mejorados, y solo una muerte permanente por decapitación...
Pero ellos en algún momento fueron humanos, ya que los vampiros no pueden procrear por lo que la única forma de que no se extinga su especie es convertir a los humanos matándolos con sangre de vampiro en su interior.
Pero al fin y al cabo son monstruos, como lo son las hadas o los dragones, por lo menos los vampiros han sido humanos y saben lo que se siente al ser indefenso. Son criaturas sensatas y estrategas, se mantienen en la sombra para no ser cazados, pero siempre observando y esperando para actuar.
Cada párrafo que leía en ese mohoso libro le hacía querer seguir leyendo, las palabras y la información la absorbían y la llenaban, poniendo fin a las dudas que llevaba teniendo toda su vida.
Los rumores de los espejos, el ajo, los crucifijos y el agua bendita son totalmente falsos, los vampiros no son heridos con tales cosas, lo único que debilita a estos seres es el sol, o el fuego, estas criaturas pueden arder hasta morir y convertirse en cenizas.
Eva se había sentado en el sillón para leer cómodamente.
Los vampiros junto a los licántropos eran las dos criaturas más odiadas por el hombre, ya que ambos podían transformar a cualquier humano, pero la mayoría de los vampiros no convierten a nadie, ya que son criaturas solitarias, al contrario de los lobos que necesitan una manada.
Si somos objetivos, estos monstruos solo tenían una cosa de malo, su alimento, la sangre, la sangre humana era adictiva para estos seres, una vez la probaban se condenaban a tener que tomarla para siempre, y para ellos siempre es mucho.
Aún metida en la lectura Eva se sobresaltó al ver que Miguel había aparecido y estaba sentado en la mesa.
Tengo arriba carne, por si te apetece subir a comer un poco.
¿Pero qué hora es?
Casi las cuatro de la tarde.
Llevaba varias horas en el sótano y era verdad que tenía hambre por lo que cogió el libro y lo subió a la cocina para seguir leyendo.
Hay algo que está mal.
¿El que? - dijo Miguel mientras vaciaba una bolsa de sangre en una copa de vino
Este libro dice que el sol os quema, pero no es así.
La mayoría de vampiros sí, yo llevo este collar que me protege del sol- el collar era una cadena negro mate que resaltaba en su pálida piel.
¿Y eso de dormir?
Igual que comer, dormimos si nos apetece.
Ella prosiguió con la lectura mientras comía ternera cruda, tras un rato volvió a levantar la vista del libro y vio que Miguel se estaba aburriendo.
¿Cuántos años tienes? - dejó el libro marcando la página con una servilleta después de pronunciar la descarada pregunta.
Me convertí cuando tenía treinta y dos años, hace casi cuatrocientos años.
Wow.
Pero sigo siendo igual de infantil que cuando me convirtieron- rio.
Has sobrevivido a los cazadores mucho tiempo, es admirable.
He sobrevivido, pero también he vivido.
Eva dejó el libro para después, había acabado de comer, pero estaba realmente interesada en las historias que le contaba Miguel, había vivido tantas vidas y todas habían sido tan reales y auténticas, estaba muy atenta a sus aventuras y a sus romances, a las decenas de lugares que había visitado, todo era alegría incluso con el miedo y los cazadores acechando, Miguel había podido disfrutar.
Parecían amigos, parecían humanos que compartían experiencias, que reían y bromeaban.
Pero cuando llegó la última parte del último siglo, el rostro del vampiro se había entristecido, sus ojos gritaban terror.
Durante la primera guerra mundial, conocí a otro híbrido- le temblaba la voz.
No tienes por qué contármelo si tú no quieres.
Mejor lo dejamos para otro día- se fue a lavar los platos eliminando la sonrisa de su rostro.
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Criaturas inestables
Teen FictionUn mundo donde las leyendas son ciertas pero no como las recordamos. Una realidad donde hay criaturas que se esconden en la noche y cazadores que las persiguen. Una era donde hay una guerra y ni la mitad de los humanos lo saben. Los cazadores han...