Criaturas inestables

7 EL CAOS DE LAS PALABRAS

A la mañana siguiente Eva no pasó por la cocina a desayunar, Miguel y Nicolás la vieron correr y salir hacia la biblioteca.

Es curiosa- comentó Miguel-. Hacía mucho tiempo que no veía a alguien como ella. Parece tan feliz aún con todo lo que está por acontecer.

No es todo lo que parece querido amigo.

¿Hay algo que ignoro?

Solo digo que aún con esa sonrisa, ella es... - no sabía si acabar la frase-. Es peligrosa. Todos los híbridos lo son.

Mientras estos dos amigos compartían sus impresiones sobre la chica, ella estaba sumida en el caos, había puesto todo patas arriba, pasaba las páginas buscando ese símbolo y libro tras libro se desesperaba cada vez más.

"Las banshees son mensajeras de la muerte, su grito y su llanto..." "Los metamórficos son alérgicos a la plata." "Los vampiros pueden desecarse si no se alimentan en mucho tiempo" "los demonios poseen..." "Las sirenas ahogan a sus víctimas" "Los híbridos son inestables" "Las hadas suelen esconderse en el bosque" "Los alphas son los jefes de la manada" "una característica de las mujeres lobo es su instinto maternal" "Los dragones adoran objetos brillantes como collares, anillos, monedas..." "Un fénix arde al morir, pero no están muertos" "Una persona con los ojos negros esta poseída" "En las cazas de brujas se extinguieron la mayoría de aquelarres"

Eva intentaba leer por encima, solo buscaba esa imagen, ese tatuaje, su significado, pero había demasiada información, le dolían los ojos, no sabía dónde mirar, estaba desordenando todo, ya había tres montañas de libros repartidas por el suelo de la pequeña sala, no podía andar sin chocar con un libro.

Después de un rato aprendiendo y leyendo sobre tantos horrores por fin encontró lo que buscaba, justo al lado del pentagrama de la Wicca, en un libro de hechicería estaba dibujado ese símbolo.

Era el nudo de las brujas celtas, un símbolo de protección, conocido por los hechizos de ataduras, un talismán celta capaz de rechazar los conjuros arrojados con intenciones malignas.

«Las brujas celtas, creo que he leído algo en otro libro sobre ellas», se acordó Eva.

Uno de los libros más gruesos se dedicaba a hablar de la mayoría de aquellos símbolos, los celtas basaban sus creencias en la tierra y los espíritus elementales (agua, aire, fuego, tierra y espíritu) la Wicca celta se basa en el equilibrio del espíritu, usan la magia de las plantas y las hierbas. Pero además de eso, los celtas también son conocidos por la famosa triple muerte (colgado, ahogado y herido), un sacrificio para tres dioses diferentes.

Eva no sabía qué pensar, había párrafos enteros sobre sacrificios y muertes detalladas y otros sobre sanadores, era un aquelarre sangriento, pero al igual que todos los monstruos.

Mareada tras tanta intensidad decidió salir del sótano a tomar el aire.

Tan sumida en sus pensamientos chocó con Nicolás.

Perdona.

Estaba distraída.

Eso lo he notado. ¿Por algo en concreto?

No sé dímelo tú.

¿Yo? - se sorprendió.

¿Sabes algo sobre el nudo de las brujas? - bajó la mirada-. Ya sabes ese símbolo celta...

Así que es eso... - se acercó a ella y Eva dio un paso hacia atrás.

¿Cuándo me contaste todo no se te ocurrió decirme que eras brujo?

No me preguntaste.

Pero es posible, solo posible que necesitara saber que estoy eres un brujo celta. Esos de los sacrificios humanos- se puso la mano en la frente alterada y negaba con la cabeza-. Joder, estamos hablando de un aquelarre que originó la triple muerte.

Él apretaba los labios y asentía para intentar contener la risa.

Nicolás, no te rías ¡Esto es serio!

Lo intento de verdad, pero es muy gracioso verte tan alterada.

A mí no me hace ninguna gracia.

Mira- se agachó y cogió una flor seca que estaba en el suelo-. Estoy seguro que donde has leído todo eso sobre los sacrificios también contaban nuestra conexión con la naturaleza- La flor comenzó sanar, lentamente, la amapola pasó de estar arrugada y oscura a volver a poseer unos pétalos frescos de colores vibrantes-. Por ejemplo, con el aire- acto seguido la flor se escapó de las manos de Nicolás y comenzó a levitar y girar sobre sí misma.

Ella se quedó asombrada ante tal pequeño y mágico acontecimiento.

El sol del mediodía les iluminaba, sus latidos por un instante se habían sincronizado, la flor rodeó a Eva y cayó lentamente sobre el seco césped.

Algo así he leído- intentó no mostrarse asombrada.

Nada de sacrificios humanos- mintió mientras negaba con la cabeza-. sólo cinco elementos.

Aire, agua, fuego tierra y...

Y espíritu- susurró mirando a su alrededor.

¿Y tú aquelarre? - preguntó sospechando que el chico se enfadaría.

Nicolás miró al cielo.

Lejos- suspiró.

Entonces ella olfateó la comida que estaba preparando Miguel, sopa de arroz y conejo, al ver que el chico se había distraído, se dirigió a la cocina hambrienta dejando a Nicolás atrás.

«Si que es curiosa». Pensó mientras la observaba.