Oh shit, here we go again

311 16 0
                                    

Y su corazón se rompió por quinta vez, hasta se podría decir que ya ni le quedan pedazos que romperse. Ya estaba destrozado, cansado de siempre caer, colmado de penurias a su al rededor, incómodo a cada paso que da. 

¿Quinta vez? Afirmativo. Es una historia de amor tan larga que hasta da rabia de escucharla. Tóxica. Lo que presenció, de alguna forma ya se lo esperaba a pesar de que le dijeron muchas cosas sobre aquello. Él aclaró sus sentimientos, abrió su dañado corazón una vez más, confió en Horacio otra vez, lo escuchó, lo apoyó, lo perdonó. Y aún así, aún si el de cresta se atrevió a decirle tantas cosas bonitas, engatusándolo, haciéndole caer en sus telarañas una vez más.

Con lágrimas amenazando, se alejó de la zona en donde estaban dándose cariño Horacio y Volkov, con besitos, abrazos y palabras bonitas. Gustabo estaba que se quería morir, ¿por qué mierda todos se alejan, lo tratan mal, lo miran como un bicho raro?

Ni puta idea. Él no hacía nada e igualmente parece una molestia para todos. Seguro que no se da cuenta que varios están detrás de él, ¿Porqué? Muy simple, porque está cegado de amor, un amor doloroso, un amor en bucle.

Ya no quiere sentirse así, cuando escapa de aquella prisión de sentimientos negativos, vuelve a caer tan fácil, como una pobre mosca en la boca de una rana. Una pluma cayendo lentamente hasta el agua, para flotar por unos segundos en la gloria, mirando el cielo azul, con el sol brillando... Para luego hundirse, en la oscuridad, tristeza e insuficiencia.

Se sentía tan puto reemplazable, y bien que Horacio le había dicho, "No quiero besar a nadie más que no seas tu, Gustabo." Fuerte y claro lo escuchó aquella noche de verano donde vino rogando para que el rubio no se alejase de él.

¿Y Gustabo? Se atrevió a encararle las cosas, intentó hasta alejarse. Pero las palabras que sonaban tan hermosas y puras le provocaron un revuelco a los pedacitos de su corazón que estaban empezando a curarse. Comenzaron de nuevo, se contaron cosas, sinceros.

Hasta que pasa esto.

Y no es que haya otra explicación para esto, Horacio no puedo tener excusas. Este mismo le contó que se enrrolló con Viktor cuando estaban separados. No le puede reclamar nada, ya no estaban en una relación.

"Aunque me bese con él, no siento nada de lo que siento por ti."

Bien, eso lo dejó, hasta cierto punto, tranquilo. Pero también le dijo, que ya no lo haría, porque tiene pareja.

Adivinen quién mintió.

Gustabo llegó al departamento que compartían, no tenía otro lado al cual ir. Solo, esperará a Horacio y le hablará tranquilamente, no quiere armar problema, esto se resuelve fácil aunque duela.

Puso música en su celular y lo conectó a un parlante, tratando de despejarse, se preparó un baño de burbujas. Intentó relajarse con aquello, más la preocupación y decepción le estaban carcomiendo. Salió de la tina para secarse y vestirse. Ya era casi la hora de terminar su turno, significaba que el de Horacio también.

No recibió llamadas ni mensajes, raro puesto a que se fue sin decir nada de comisaría. No me dió importancia, siempre era así, nadie nota su presencia, a nadie le preocupa.

Escuchó la puerta abrirse, terminó de preparar su sandwich y fue a ver quién era.

⎯Hola amor. ⎯saludó Horacio con una sonrisa en el rostro. Gustabo, con tranquilidad y una sonrisa medio cansada fue junto a él a darle un beso en los labios, con el dolor y cariño que sentía.

⎯Bienvenido a casa. ⎯se separó un poquito, colocando sus manos en los anchos hombros del menor. Mirando esos ojazos de diferente color, lo miraban con amor, de eso no hay duda, pero también veía esa mirada cuando el comisario pasaba. ¿Si no fue nada más que sexo, porqué se miran así?

Shots. [[SpainRP/Marbella Vice/Londoneye]]Where stories live. Discover now