Shots. [[SpainRP/Marbella Vice/Londoneye]]

Mal, todo mal

Son agentes, no Sub-Inspectores.

-- ¡Vete a tomar por culo, capullo! -- gritaba con furia el Super Intendente con su voz potente que transmite liderazgo a Gustabo. El rubio solo se limita a asentir, ya no vale la pena reclamar o hacer comentarios fuera de lugar, lo único que ganaría sería un porrazo en toda la cara y más y más regaños. De los cuales, estaba harto, todos los días la misma mierda, y solo él, ya no tenían ni sentido, no hace nada, no hizo nada, está encubriendo una cosa que hizo Horacio, le pegó a un agente "sin querer" al caerse de las escaleras y eso ya lo tomaron como falta de respeto y le avisaron al manda más de la ciudad.

Conway con un cigarro entre sus labios, dando caladas de enojo, sin dirigirle la mirada al rubio que tiene en frente, prosigue con su regaño.

-- Mejor te me vas comportando si no quieres que te quite de la puta malla -- escupe sin más, ya está hasta el cuello de las gilipolleces de Gustabo, siempre se mete en problemas, por su actitud y personalidad, tiene tantos enemigos gracias a eso, hasta sus amigos se dieron cuenta de que es un manipulador de mierda, viendo cómo lograba su cometido con cualquier asunto o persona, pero lo que no saben, es que Gustabo nunca, pero nunca hizo algo con ellos, si, le dijo que haga tal cosita por allí por allá... Pero nada más, realmente se divertía con ellos, pero le dejaron tirado, luego de una sesión de golpes, reprochándole todo la mierda que consiguieron por su culpa.

El rubio solo asiente, mirando de reojo a su mejor amigo, con una cara de que se quiere ir de allí, ni siquiera se dignó a comentar algo para reducir el castigo de "su hermano".

-- Ahora mejor te vas llendo, tengo que hablar con Horacio un momento -- una leve sonrisa aparece en sus labios, para luego mirar a Horacio y ver la misma y sus ojos brillar de una emoción que no entiende bien porqué.

-- Vale, te espero Horac- -- no acaba la frase porque la voz del pelinegro lo impide, riendo por lo bajo. Gustabo está más que confundido, ¿Cuándo todo se convirtió así? ¿Por qué todos están en su contra? ¿Porqué todos lo dejan tirado como si fuera un perro? Él solo quiere ser Gustabo, él solo quiere amigos, él solo quiere ser un poco feliz.

-- Te llevaré a tu noviecito más tarde, vete a patrullar, no quiero ver tu repugnante rostro por más tiempo -- esas palabras duelen si vienen de la persona que amas, y consideras importante, a la cual ayudaste con tu puta vida, le diste infomación, le salvaste en varias ocasiones, le ayudaste en muchas, para luego ser insultado y repudiado. Horacio baja la mirada y puede notarse una leve risilla, ¿Se está burlando de él? ¿En serio? ¿Horacio...?

Ya no tolera esto, si hace una escenita seguro sale mal, solo opta por salir del despacho, con un aura de incomodidad, enojo y tristeza... Le causa curiosidad, y no sería buena idea hacerlo, pero Gustabo es Gustabo, hace lo que quiere, aunque salga mal, lo puede y quiere hacer.

Desde una distancia segura para no ser visto, mira con cautela a la ventanilla de la puerta del despacho. Y lo que ve, bueno, lo rompe más de lo que ya estaba. No le sorprende, ¿Quién querría estar con alguien como él? Horacio es 100 veces mejor que él, no le sorprende que se lleve bien con la mayoría de gente, aunque tenga su personalidad de niño pequeño, puede ser maduro, y su desempeño en el trabajo es de locos. Igualmente pensaba que ellos dos eran como padre e hijo, pero vaya que no.

Gustabo da media vuelta, con la mirada perdida, le duele el pecho, su hermano le había ocultado que tenía un amorío con la persona que quería, y Horacio lo sabía bien, joder, lo sabía, sabía que Gustabo tenía un crush sobre el Intendente, pero parece ser que se lo pasó por la raya del culo, quién sabe qué más.

Bajando de las escaleras aturdido, se encuentra con algunos agentes que no paran a saludarlo, caminando despacio, sin apuros, porque se siente como si se fuera a desmayar en cualquier momento.