Shots. [[SpainRP/Marbella Vice/Londoneye]]

Favoritismo

Ya les digo que escribo esto así de la nada.

Vendrá algo potente más adelante.

Este OS es solo para hacerles llorar y entretener.

Es delicado y puede ser sin sentido igualmente.

Pero bueno, son ideas que quiero quitarme de la cabeza xdxd

Espero les guste y díganme si lloraron kfkfkdkd

No sé eh, me salen mao meno las cosas trostes fkkckf sorry not sorry

-- ¡Papi! -- llamaba un estusiasmado Gustabo. Todo era perfecto, una familia hermosa. Comprendida por una bella mujer de risos dorados, ojazos color zafiro y tez blanca. Un hombre fornido, recto y caballeroso, el padre de familia modelo, tez más oscura y guapo a ojos de cualquiera. Y un dulce niño con una  sonrisa que nadie se la quita. Igualito a su madre, delgadito, pero muy bonito.

El hombre lo tomó por debajo de sus brazos para abrazarlo. Era su bendición de llegada al trabajo. Repartiendo besitos en la cabeza de su niño que tanto ama y cuida desde el primer momento en que su esposa le dijo que estaba embarazada.
Sonriendo los dos con unas sonrisas, con la espectadora Julia quien estaba esperando a sus dos hombres de la casa para cenar como la familia perfecta que eran.

Si.

Eran.

O eso dice Gustabo.

El segundo niño vino a la casa de los Conway. A los 5 años de edad Gustabo estaba que lloraba de felicidad por ver a su hermanito. Saltando de un lado para otro en la sala de espera junto a su tía Michelle. Quien estaba igual de contenta esperando a ver a otro chiquillo corretear las instalaciones del CNI y llenar de alegría ese fúnebre sitio.

Cuando pudo al fin verlo. Los ojos del pequeño Gustabo se abrieron de par en par al ver a su tierno hermanito en brazos de su madre que tenía una sonrisa cansada de tanto trabajo. Al lado su padre con la misma sonrisa, y Michelle contemplando al bebé que abría de a poquito sus ojos. Los cuales eran extraños, pero hermosos, heterocromático, celeste y marrón, que prendió algo en el interior de sus padres, y en Gustabo un sentimiento de querer proteger a su hermano como un guerrero valiente.

(...)

Pasaron los años.

Gustabo siempre estuvo para Horacio desde el primer día, dándole sus cosas, su ropa, sus juguetes, contándole de todo, historias increíbles que seguro no pasaron, hablándole de sus papis que eran los mejores dando regalos y los mejores en su trabajo. -El cual era peligroso- Pero Gustabo le contaba como una aventura tan fascinante que solo podía reírse con brillos en los ojos de lo fabuloso que se veía su hermano mayor y su padres también por supuesto.

Pero no era igual. Eso solo lo hacía cuando estaban solos. Que era muy raro la verdad.

¿Porqué?

Pues... Porque sus padres apenas llegaban llamaban a Horacio. No a Gustabo. Apenas con 7 años, ya no recibía la atención de antes. Pero de todas formas él se iba junto a sus padres para pasar tiempo aunque no le hagan mucho caso y estén con el bebé de dos años todo el rato.

-- Papi.. Mami.. -- le miraron los dos con una sonrisa que le dió miedo, pareciera que le había interrumpido en algo importante. -- N-No nada, me voy a la pieza -- viendo cómo regresaban a lo suyo un dolorsito se estableció en su pecho, no entendía, tan bien la pasó años atrás, y ahora todo cambió, y no...no puede culpar a Horacio porque lo quiere demasiado como para culparlo de algo. Hizo una promesa. ¡La promesa de protegerlo hasta morir!