Blue Magician | Marvel

⑤ Daredevil

Finales de 2012

Peter miró como Nils tomaba a aquel hombre que se hacía llamar Daredevil y lo levantó nuevamente con sus poderes, sin tener nada de contemplación por ese justiciero que había golpeado a una persona en la calle sin razón aparente.

—¿Por qué golpeaste a ese sujeto? —dijo Nils acercándose al diablo de Hell's Kitchen, quien había sentido que no estaba atrapado por ningún miembro de una persona, pero a la vez era una presión que lo mantenía en el aire que no entendía—. Respóndeme.

—Ese hombre... —dijo escupiendo sangre—. Es uno de los trabajadores de una red narcotraficante llamada La Mano, a quien estaba interrogando para que hablara sobre dónde se ocultaban... Pero llegaste tú a interrumpir... Ni siquiera sé quién eres.

—Soy Nils Cunningham. —dijo mientras miraba al hombre en el suelo inconsciente, dándose cuenta del error que había cometido con el justiciero—. Pero si es verdad lo que dices... ¿por qué no le has dicho nada a Los Vengadores?

—Ellos están bastante ocupados en sus asuntos. No se preocupan por lo que sucede internamente en las calles.

—¡Tú no sabes eso! —lo confrontó Nils.

—¿Ah sí? ¿Por qué estás tan seguro?

—Porque soy uno de ellos... —dijo mirándolo con seguridad—. Soy un Vengador.

—El niño que volaba y podía mover cosas con sus manos sin acercarse... —susurró sorprendido—. Qué coincidencia tan grande encontrarme con uno de los salvadores de la ciudad. Un placer.

—No es un placer para mí —dijo Nils viéndolo de arriba a abajo.

—Si te importa... Podrías bajarme —dijo el hombre de traje rojo tosiendo—. No soy un enemigo, ni mucho menos alguien por quien debas dejar de hacer lo que estabas haciendo.

—Te voy a bajar... —sentenció Nils—. Pero con la única condición de que hablemos sobre esto que está ocurriendo en las calles de Nueva York que yo no sé.

—¿Qué estás haciendo? —le gritó Peter desde el suelo ganándose la atención del pequeño británico.

—Deberías irte a casa Peter. Ya has hecho mucho por hoy. Te agradezco el tour y el acompañamiento pero debo hacer mi deber —lo miró antes de descender hacia el suelo dejando a Daredevil aún suspendido en el aire—. Yo iré con este... justiciero... a la Torre Stark. Gracias por todo.

—¿Estás completamente seguro? —Peter miró al hombre todo golpeado y ensangrentado—. Él no se ve para nada bien.

—Necesito curarme las heridas... —soltó Daredevil—. Debo ir a...

—Tú no irás a ningún lugar. Ya lo dije.

—Pero no lo puedes dejar así, Nils... —argumentó Peter, colocando su mano en el hombro del pequeño, quien miró a Peter a los ojos, y al ver la preocupación en ellos decidió aceptar que el justiciero curara sus heridas.

—Está bien. Vas a curarte... pero en la Torre Stark. —descendió al justiciero para estar más cerca de él pero sin dejar de estar suspendido en el aire—. ¿Conoces a alguien que te ayude con eso o tú mismo puedes?

—Conozco a una amiga.

—Bien. Resuelto. —miró a Peter, quien sonreía por ver la bondad en Nils—. Debes irte a casa, Peter. No es seguro en las calles, y menos para gente como tú.

—Está bien. Te llamaré cuando llegue —le sonrió.

—Pero si no tienes mi número... —Nils lo miró confundido.