»El joven en el foso.

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Despierta, abre los ojos de golpe y mira a todos lados, su cuerpo se mantiene en el aire, las fuertes garras perforando su carne, el dolor desaparece con la adrenalina de estar volando atrapado por el dragón.

Zhan trata de respirar, pero la fuerza del aire frío lo ahoga, no sabe cuánto estuvo inconsciente, ni cuánto llevan volando, pero al parecer llegaron a su destino, el dragón abrió sus garras dejando su estropeado cuerpo caer a la deriva cerca de la boca de un foso profundo, al caer rebota una y dos veces antes de resbalar al foso, una de sus prendas se atora en una roca y se sostiene, el miedo cala sus huesos, pero es un guerrero, no puede temerle a la bestia que está destinado a matar.

De entre las sombras una criatura de ojos amarillos y con forma de felino gruñe como advertencia, Zhan lo mira unos segundos antes de que la criatura lancé sus garras contra sus brazos, el guerrero Xiao debe soltar la prenda de la que se sostiene cayendo por completo dentro del foso.

Su cuerpo duele ante los golpes de la caída, la oscuridad aviva su miedo y aunque quiere ser valiente no puede evitar llorar, busca dentro del foso una salida, pero no hay más salida que la cima de este, como si fuera su prisión, el joven guerrero se encuentra atrapado a la espera de que el dragón lo case.

La criatura antes vista de pronto aparece frente a él, instintivamente Zhan toma una roca grande y amenaza con lanzarla, la criatura felina gruñe aún más ante la amenaza.

—¡No! —escucha la voz de un hombre, su mirada vaga por todo el lugar buscando al dueño de esa voz, pero no se ve nada —baja la roca —indica la voz, Zhan mira de nuevo a la criatura felina y obedece con sigilo, dejando la roca sobre el frío suelo —recuéstate y muestra tu cuello.

No confía en esa voz y tiene miedo, pero obedece porque sabe que no tiene nada más que hacer, se recuesta sobre las rocas, la criatura se acerca a él y Zhan muestra su cuello dejando que la criatura olfatee.

El felino termina su labor en su cuello y se va, Zhan respira tranquilo y aliviado.

Pero el alivio no duró nada pues recordó su desgracia preguntándose.

—¿Quién eres?¿Dónde estás? —grita mientras sigue buscando una salida, no hay respuesta de aquella voz —Soy un príncipe, puedo darte lo que quieras —ofrece como último recurso.

—No tienes nada que me interese —por fin dice la voz.

—Ayúdame a salir, por favor, te lo suplico —se arrodilla sobre las rocas.

—No hay salida de esté lugar.

—¿Por qué pasó esto? —dice Zhan en voz alta esperando que alguien pudiera responder —yo solo quería casarme.

—Ustedes llamaron al dragón —dijo la voz.

—¡Se suponía que no existían más dragones! —gritó frustrado.

—¿Por qué cantaron la canción? —preguntó la voz.

—Mis padres lo pidieron, para celebrar que no existían más dragones —Zhan logra divisar una sombra a través de un pequeño hueco entre las paredes de rocas, se acerca cauteloso y lo ve, un hombre de cabello oscuro, ojos brillantes —Ayúdame —suplica de nuevo.

—No puedo ayudarte, es peligroso —responde el hombre.

—¿Tú… también eres un prisionero? —el hombre asiente, Zhan lo mira con tristeza y piensa en cómo salir del foso. —Tratemos de escapar.

El hombre niega de inmediato —el dragón se dará cuenta.

—Eres un cobarde.

—¡No soy cobarde! —responde el hombre.

Drakon »YiZhan«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora