»Los amantes prohibidos.

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—Li por favor —suplicaba Meng Yubin al mayor de los Xiao.

Li negó, no podía arriesgarse a que la tripulación notara lo cercanos que son los mayores de las familias próximas a unirse.

—Yubin en esté momento solo necesito encontrar a mi hermano, y tenerte cerca-

—¿Qué?¿Qué pasa si me tienes cerca? —interrumpió Meng con voz altiva.

El mejor navío de Ethar, una buena tripulación comandada por Xiao Li, Meng Yubin como segundo al mando y la hermosa Zi Yi como la única esperanza de encontrar al príncipe Xiao con vida, iniciaron su viaje en la profunda y peligrosa marea hace dos días.

Li miró a todos lados antes de tomar la mano de Yubin y empujarlo dentro de su camarote, el mayor de los Meng se vio sorprendido, pero satisfecho.

Li lo miraba con anhelo, cerró los ojos permitiendo que su cuerpo recibiera calor del hombre al frente, Yubin lo abrazó con delicadeza, sabía que Li necesitaba fuerza y el podría ser eso, su fuerza.

—Lo vamos a encontrar, no te preocupes —susurró acariciando el cabello del joven.

—Hay una condición para encontrar la isla del dragón —comenzó a explicar —mi abuelo lo dejó bien en claro cuando nos contaba la misma historia desde pequeños, debe haber una conexión entre la persona en la isla y la que está afuera, cuando la muerte del antiguo dragón, el guerrero y la joven se amaban, se amaban tanto qué no soportaban la idea de estar separados, Zi Yi y Zhan no se aman.

—Pero tú amas a tu hermano con el alma, cariño tú vas a encontrar la isla. Zi Yi solo es el pretexto de este viaje, nosotros sabemos que ellos no sienten nada, pero no lo pienses como el fin, concéntrate en dirigir a la tripulación, tu hermano solo cuenta contigo para regresar a casa.

Li abrió los ojos, manteniendo aún su cabeza sobre el pecho de Yubin, tomó una respiración profunda, aspirando el aroma de su amante.

Si, su amante, la razón por la que aceptó el rechazo de su familia por no resignarse a casarse, la persona por la que ahora no se deja vencer ante el miedo de no encontrar nada más que cenizas de su hermano menor.

Yubin desliza sus manos desde el inicio de su espalda hasta llegar a su cadera, dónde sus largos dedos se acomodan a los costados de esta y lo traen un poco más hacia su cuerpo, Li calla un leve sonido de satisfacción que deseaba dejar ir, lleva sus labios al cuello del más alto acercándose lento y deja allí una tentadora mordida que hace reír a Yubin. Pero pronto su nube de tranquilidad se ve arruinada cuando Li toma conciencia de que no deberían estar en esa situación en ese momento, por ello con la mirada baja deja un beso en la comisura de los labios de su amante y se apresura a salir del camarote sin dar tiempo a Yubin de cuestionar.

Li sigue su camino hasta de llegar a la cubierta dónde ordenó rehacer amarras y limpiar el navío, se mantuvo mirando a estribor la mayor parte de la mañana, alejando de su mente pensamientos que lo distraigan de su meta, trata de recordar todas y cada una de las indicaciones que su abuelo recitaba cuando con una expresión triste contaba cómo asesinó al antiguo dragón, cómo pasó semanas repletas de angustia hasta dar con la isla.

Yubin lo mira de lejos sabiendo que lo que sea que hay entre ellos, es más prohibido que romper la tradición de prometerse alguien desde el nacimiento.



•••



Yibo jadea sintiendo algo de dolor en su espalda baja y pierna izquierda que aún no termina de sanar desde su caída de lo alto de la isla. Apenas va el tercer día desde que el príncipe Xiao le ofreció enseñarle a vivir como humano y no como dragón en la solitaria isla.

Drakon »YiZhan«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora